TALCA.- De vasta trayectoria clínica y política, el Dr. Ricardo Fábrega, actualmente Decano de la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás de Chile, realizó una exposición sobre cómo los hospitales funcionan en red; experiencias para el manejo de la atención ambulatoria en la post-pandemia; entre otros temáticas como los conceptos: cuidadanía y hospitalocentrismo, entre otros importantes.
-¿Cuál es el rol de un hospital que trabaja en red?
“El rol de un hospital en red es saber que está para darle soporte a todos los equipos del primer nivel de atención, que están en contacto permanente con la comunidad. Esos equipos necesitan del soporte del hospital y el hospital tiene que concentrarse en eso, más que en sus propios afanes de desarrollo, sino que en lo que le está exigiendo la comunidad a través del primer nivel de atención.
-¿El trabajo en red con la atención primaria está al debe?
“Chile requiere que tengamos una atención primaria universal; que se haga realmente un acompañamiento a la familia en el proceso de mantenerse saludable, eso lo hace el primer nivel y el hospital también tiene que apoyar e influir, e incluso insistir y presionar para que la atención primaria haga su parte”.
-¿Cuáles son las principales reflexiones del trabajo realizado en pandemia?
“Se rompió la resistencia del uso de la tecnología de la comunicación, la tecnología de la información. Se demostró la importancia que tiene, la potencialidad y cómo es posible acercar la salud a la población con el uso de esas tecnologías, y además empezaron aparecer una serie de dispositivos ambulatorios, que permiten ser más resolutivos cerca de la casa y cerca del territorio donde viven las personas, y eso hay que incorporarlo en el quehacer de las redes de salud. Yo creo que allí esa es la principal ganancia”.
“El problema es que todavía estamos en pandemia. La gente en un minuto se retrajo, dejó de consultar, dejó de atenderse, empezaron aparecer con muchas descompensaciones y por lo tanto tenemos mucha gente con problemas no resueltos, que tenemos que acelerarnos en resolver”.
Humanización de la salud
-Según su ponencia, lo importante es siempre tener al usuario o al paciente como principal objetivo de atención. ¿Qué es clave en este punto?
“Lo que pasa es que mantenerse saludable es una tarea muy humana y se da en la relación con los demás. Nadie se mantiene saludable solo. Siempre debemos tener un nivel de autocuidado, pero lo más importante en realidad es la cuidadanía, cómo nos cuidamos unos a otros y eso es muy humano”.
“Y, además pasan cosas en salud, uno se enferma, uno sufre, hay gente que muere, y en eso el equipo de salud tiene que acompañar a la familia, en esos momentos de dolor, en esos momentos de sufrimiento y no solamente centrarse en curar, sino también en acompañar”.
-Aplicó en su charla el término “hospitalocentrismo”. ¿A qué se refiere?
“Pasa que durante mucho tiempo los hospitales fueron concebidos como el centro del sistema. Eso ya se ha abandonado y lo que hoy es el pensamiento de los sistemas de salud, el centro está en la familia, en las personas, viviendo su vida saludable. Y todos los demás que hacemos respuesta social en salud, estamos al servicio de ese proceso”.
-La pandemia está más contenida, a su juicio: ¿Cuáles son los desafíos ahora?
“En el corto plazo resolver todo lo que son las malas experiencias de espera que está teniendo la gente y resolver sus problemas con la mayor agilidad que se pueda, recurriendo a todos los distintos dispositivos y experiencias internacionales que hay para hacer eso”.
“Y en el largo plazo, convertirse en un soporte para una buena atención primaria, de tal manera que la gente viva bien saludable”.
Rol de la academia
Según su experiencia, ¿Cuál es el rol de la academia en este trabajo en redes en salud?
“Lo primero que debemos hacer es formar profesionales que entiendan este modelo centrado en las personas. Cuando trabajen aquí o cuando trabajen en otro centro, que nunca pierdan de vista que lo importante son las personas y además, como Universidad podemos apoyar de distintas maneras, como por ejemplo: ayudándolos a sistematizar los conocimientos y las experiencias que están teniendo, y a publicar, porque los científicos nos entendemos publicando en revistas científicas, en congresos y no puede quedarse todo como anécdota. Tiene que pasar a compartir el conocimiento”.