El 4 de julio de 2021, sólo en algo comparable con la primera sesión el Congreso Nacional el mismo día pero en 1811, se anidará en nuestra memoria como una de las fechas más distintivas de nuestra historia republicana.
Ello es fruto de una intensa rebelión social liderada por jóvenes de Santiago de Chile, en octubre de 2019, que logró vencer la resistencia de la derecha y ultraderecha chilena, la cual profitó de notables ventajas económicas y políticas desde 1980, al punto de ceder a una reforma constitucional que permitiera convocar a un plebiscito para salvar “su” modelo de enriquecimiento y de concentración de poder.
Así, ya en octubre de 2020, por casi un 80% de la ciudadanía, se ratificó la derogación la fraudulenta constitución de 1980 en pos de dictar una nueva Carta Fundamental, redactada ahora por los propios ciudadanos, lo cual fue ratificado por otro casi 80% de la ciudadanía con la elección de los convencionales en mayo recién pasado, condenado definitivamente así a la intransigente derecha y ultraderecha criolla a una aplastante derrota, sin precedente en nuestra historia.
No aprendieron la lección aun cuando en octubre de 2020 esclarecidos lideres -como Mario Desbordes- de esa misma derecha, no sólo fue no fue escuchado sino que hasta traicionado en su propio partido al prácticamente “declarar libertad de acción” a sus militantes atizándoles a votar por otro candidato presidencial que no es de la colectividad, y que aspiran con éste salvar algo del modelo neo liberal o de estado subsidiario imperante ya desplomándose.
La constitución de Pinochet, la de su acolito Jaime Guzmán, y la de la dictadura más cruel que recuerda la Patria, empieza a morir definitivamente… Los nostálgicos continuarán su viudez con arengas y berrinches amplificados por la prensa mercantilizada, y reforzados en los clubes y gremios obsecuentes… Empieza a nacer un Chile nuevo.
Y así se evidenció al elegir a una presidenta maravillosa proveniente de los pueblos originarios que, con un discurso unificador, llama a construir ese nuevo Chile íntegro como integrado, fraterno y próspero para todos.
Elige un vicepresidente que también es académico de una universidad pública, regional y laica.
Se abre otro tiempo en la historia de nuestra Patria…
En estos instantes quienes tanto hemos luchado por esa genuina Libertad, Igualdad y Fraternidad que se empieza a avizorar en este nuevo Chile, abrimos nuestros corazones para recibir a esos compatriotas que no han sabido escuchar durante décadas deleitados con las disonancias del autoritarismo, las desregulaciones del mercado y el desdén por los más carenciados.
Aún así son recibidos con la natural humildad y generosidad por quienes tiene esa vocación de humanidad genuina para empezar unidos a caminar por esas Anchas Alamedas que ya es también parte de la realidad, y que antes fue sueño.