En un mundo donde el estrés, la falta de sueño y los cambios hormonales son cada vez más comunes, la salud cardiovascular está en riesgo como nunca antes.
En este contexto, especialistas en salud advierten que, además de prestar atención a la alimentación y el ejercicio, es crucial considerar factores como el bienestar mental, la calidad del sueño y las condiciones hormonales, que juegan un rol esencial en la prevención de enfermedades cardíacas.
Para la Directora Médica de Merck Group Chile, Fernanda Carvalho, existen algunos factores que podrían ser signos de alerta del estado de la salud cardiovascular:
- Apnea del sueño: un enemigo silencioso
La apnea obstructiva del sueño, un trastorno que afecta la respiración durante la noche, no solo compromete el descanso, sino que también es un peligroso precursor de graves problemas cardíacos.
De hecho, según Mayo Clinic[1] (Estados Unidos), quienes padecen este trastorno tienen un riesgo considerablemente mayor de desarrollar hipertensión arterial. Esta afección también se asocia con un incremento en la probabilidad de ataques al corazón recurrentes, accidentes cerebrovasculares y arritmias, como la fibrilación auricular.
“Dormir bien no es solo un tema de descanso, sino que es una crucial para la salud cardiovascular”, agrega Carvalho.
- Salud mental y estrés crónico: cuando la mente impacta al corazón
El estrés crónico, una amenaza subestimada para la salud cardiovascular, actúa silenciosamente, pero con una fuerza devastadora. La constante liberación de cortisol y adrenalina, esas implacables hormonas que se disparan ante el estrés sostenido, puede erosionar las arterias con el paso del tiempo, constituyendo un peligro latente para el corazón. Expertos en la materia advierten con firmeza que el estrés es un “asesino silencioso” y que aprender a gestionarlo no solo es vital para alcanzar la paz mental, sino también para resguardar la integridad del corazón.
La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) ha alertado que la depresión y la ansiedad aumentaron el riesgo de un evento cardiovascular mayor, como un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular, en aproximadamente un 35%[2]. La relación entre la salud mental y la cardiovascular es profunda, compleja y bidireccional. Aquellas personas que padecen trastornos mentales a menudo se encuentran tan sobrepasadas que les resulta difícil mantener hábitos de vida saludables, lo que agrava su vulnerabilidad cardíaca.
“El estrés crónico y la ansiedad no solo elevan la presión arterial y aceleran el ritmo cardíaco, sino que imponen una carga continua y agotadora sobre el corazón”, subraya Carvalho, destacando la necesidad urgente de abordar estos factores con la seriedad que merecen.
3. Menopausia y salud cardíaca: una relación peligrosa
Las mujeres, en particular, enfrentan riesgos específicos. Tras la menopausia, el riesgo de sufrir un ataque al corazón aumenta drásticamente. De acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón[3] (en inglés American Heart Association, AHA), la disminución de estrógenos, una hormona protectora del corazón deja a las mujeres posmenopáusicas más vulnerables a las enfermedades cardíacas.
“Es esencial que se comprenda este riesgo y se adopten medidas preventivas adicionales para minimizar os riscos cardiovasculares asociados a esa fase da vida”, afirma Carvalho.
- Trastornos de tiroides: enemigo oculto del corazón
El corazón no funciona de manera aislada. En este contexto, la Directora Médica de Merck Group Chile, agrega que “los trastornos de la tiroides pueden alterar la frecuencia cardíaca, los niveles de colesterol y la presión arterial, elevando así el riesgo de un infarto, por ejemplo”.
- Enfermedades renales: otro adversario para la salud cardiaca
Las enfermedades renales, que interfieren con la regulación de fluidos y la filtración de toxinas, “pueden contribuir a un aumento de la presión arterial, lo que incrementa el riesgo de padecer problemas cardíacos”, aclara la experta. Estos trastornos, a menudo ignorados, deben ser monitoreados de cerca por quienes se preocupan por su salud cardiovascular.
La salud del corazón no debe subestimarse. Este es un llamado urgente a tomar en serio estos factores adicionales y a adoptar un enfoque holístico en la prevención de enfermedades cardíacas. Vivir una vida más larga y saludable depende no solo de la alimentación o de cuánto ejercicio se realice, sino también de cómo se descansa, maneja el estrés y se afrontan los desafíos que la vida presenta.
De esta manera, la prevención de enfermedades cardíacas debe ir más allá de lo convencional. Además de una dieta equilibrada y ejercicio regular, existe consenso sobre la importancia de cuidar la salud mental y asegurar una buena calidad del sueño. “Hoy en día, cuidar la mente es tan crucial como cuidar el cuerpo. Un sueño reparador y un equilibrio mental son fundamentales para prevenir enfermedades cardiovasculares”, concluye Carvalho.
[1] Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/sleep-apnea/symptoms-causes/syc-20377631#:~:text=La%20apnea%20obstructiva%20del%20sue%C3%B1o%20aumenta%20el%20riesgo%20de%20presi%C3%B3n,card%C3%ADacos%20irregulares%2C%20como%20fibrilaci%C3%B3n%20auricular.
[2] American Heart Association Scientific Sessions 2023. https://newsroom.heart.org/news/depression-anxiety-and-stress-linked-to-poor-heart-health-in-two-new-studies#:~:text=Depression%20and%20anxiety%20increased%20the%20risk%20for%20a,a%20heart%20attack%20or%20stroke%2C%20by%20about%2035%25
[3]American Heart Association. https://www.heart.org/en/news/2023/02/20/la-menopausia-y-su-conexion-a-los-riesgos-de-enfermedad-cardiovascular