No es una coincidencia que el sector de la construcción mantenga bajas cifras de contagios por coronavirus en sus obras, a lo largo de todo Chile, del orden del 0,07%, tasa que si se compara con el promedio nacional es 35 veces menor.
Y es que nos hemos preparado, de manera temprana, desde el comienzo de la pandemia, desarrollando e implementando en nuestras empresas socias un Modelo de Gestión, que nos ha permitido operar en el contexto de la crisis sanitaria, transformando a nuestra industria en una actividad económica segura, en donde las medidas para proteger a nuestros trabajadores y a sus familias son nuestra primera prioridad.
Comenzamos en marzo del 2020 aplicando en todas nuestras obras el Protocolo Sanitario de la Construcción, impulsado por nuestro gremio junto la Mutual de Seguridad y los distintos ministerios, que es un conjunto de recomendaciones que se enfocan en resguardar la salud de quienes se desempeñan en faena y centros de trabajo de nuestro rubro. A la fecha, este documento opera en su cuarta versión ya que se ha ido perfeccionado en el tiempo con el objetivo de abordar de mejor manera la emergencia, proceso en el cual también ha ido mejorado la capacidad de reacción de las empresas socias, la adaptabilidad de los trabajadores a las nuevas normas y la colaboración del sector en general.
Como parte de nuestro Sistema de Gestión también contamos con una aplicación móvil de seguimiento de casos, evaluaciones y reportes semanales georreferenciados de nuestras obras, además de un canal de comunicación abierto a los vecinos, lo que en su conjunto se traduce en un robusto modelo que ha contribuido a que la construcción sea reconocida como una actividad segura y un ejemplo para otros sectores productivos.
Asimismo, nos hemos comprometido con una serie de medidas adicionales tales como la toma de PCR a nuestros trabajadores, sólo en la región del Maule hemos aplicado más de 6 mil y continuamos incrementando esta cifra con el reinicio de obras en nuestras distintas comunas aportando sustancialmente a la búsqueda activa de casos, uno de los mecanismos más efectivos para frenar la transmisión de la enfermedad. También hemos incorporado transporte privado para los trabajadores, contribuyendo a la trazabilidad de los contagios, que habitualmente se dan por contactos estrechos con familiares o cercanos y hemos impulsado visitas a terreno de nuestros directivos y autoridades locales para la verificación del correcto cumplimiento de todas las normas sanitarias, entre otras múltiples acciones.
No obstante, a todos los esfuerzos, la paralización de obras en 2020, conllevó a que 450 mil trabajadores, a lo largo de Chile, perdieran sus empleos y en el caso de la Región del Maule, en el periodo más crítico, se produjo la destrucción de alrededor de 11 mil plazas de trabajo en el rubro.
Actualmente nos encontramos frente a una segunda ola del COVID-19, en una situación especialmente crítica para nuestro país y nuestra región, la cual, a la fecha, tiene 9 comunas en Cuarentena, lo que se traduce en alrededor de 620 mil personas en Fase 1, y 7 comunas en Transición, con más de 197 mil habitantes.
Sin duda, el momento más complejo de la crisis en zona, la cual, gracias a la eficiente gestión de nuestras autoridades, y al cumplimento de las normas y medidas sanitarias por parte de la ciudadanía, permitió tener sin confinamiento total a nuestra capital regional por más de 10 meses.
Sabemos que es un escenario difícil para todos, pero también tenemos la absoluta convicción de que la construcción es una actividad segura en medio de una emergencia sanitaria de este tipo, en la que podemos continuar trabajando a través de una cuarentena efectiva: en la que es posible operar en pandemia, cuidando de la salud de nuestros trabajadores y reimpulsando la economía.
Nuestro llamado, como gremio, es a no bajar los brazos y a redoblar las medidas de prevención y cuidado. De este difícil momento saldremos juntos adelante, con apoyo del sector público, el sector privado y ciudadanía en general. Hoy más que nunca todos somos parte del desafío de sacar adelante a Chile y a nuestras regiones, velando que nadie quede atrás.