Su preocupación por el lento avance de la investigación de la denuncia que presentó una joven contra el diputado Francisco Pulgar (IND-PDG), por supuesra violación y amenazas, manifestó el fundador de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Chile, Eneas Espinoza.
“Me preocupa que los mecanismos que tienen los abusadores para silenciar víctimas y denuncias estén funcionando”, afirmó.
Las indagatorias se encuentran en manos de la Fiscalía de Talca desde mayo de 2021, cuando la presunta víctima, hoy de 23 años, declaró haber sufrido los graves ilícitos ante la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI.
“Que la justicia no avance es profundamente sospechoso, sobre todo porque la justicia chilena ya tiene antecedentes de ser laxa, por no decir directamente una institución encubridora de otros abusos. Lo hemos visto en reiterados casos de abuso institucional, donde si la figura es poderosa las cosas empiezan a dormir”, señaló Espinoza.
“Yo en lo personal como sobreviviente de abuso sexual en la infancia he estado leyendo la información que circula sobre este caso y es preocupante. Hay que estar alertas respecto de cómo se va desarrollar esto, porque hablamos de alguien que se encuentra dentro de los poderes del Estado, en un lugar muy alto de nuestra sociedad, desde el punto de vista del poder que puede ejercer para conseguir impunidad. Eso es muy peligroso; una persona con una denuncia de este tipo debería inhabilitarse mientras dure la investigación y colocar todo a disposición de la justicia para que, si es realmente inocente como dice, se pueda llegar a una certeza jurídica”, agregó el también periodista.
La causa, que el parlamentario ha intentado sobreseer sin éxito tanto en el Juzgado de Garantía de Talca como en la Corte de Apelaciones local, se mantiene abierta, pero desformalizada. El tribunal de primera instancia cuestionó en su momento la aparente lentitud de la Fiscalía y declaró al organismo en rebeldía.
“Un golpe terrible”
Espinoza se convirtió en un referente en la búsqueda de justicia para sobrevivientes de violencia sexual en la infancia, tras dejar al descubierto los abusos que sufrió por parte de religiosos de la Congregación de los Hermanos Maristas en 2018. En el pasado, ha revelado cómo opera la llamada “cultura de encubrimiento”, que facilita a los victimarios actuar con impunidad.
“Los abusadores construyen un perfil de una figura impecable; son muy simpáticos, choros, buena onda, con una intachabilidad moral que les permite abusar infancias y luego decir que es mentira, que los están atacando o que es una operación política”, aseveró.
“Cuando la justicia deja una causa caída, dormida, -precisó- comienza un proceso de daño a la víctima, que dio un paso muy difícil. Tomar una mochila enorme que tenías sobre tus hombros y colocarla en manos de la policía, jueces y fiscales y que las instituciones no se muevan, es un golpe terrible, porque te das cuenta que uno de tus mayores temores se cumple; que la impunidad se activa, funciona y no pasa nada. Ver al abusador caminando libre en la calle, con acceso a otras víctimas, es muy doloroso, porque tú ya hiciste la denuncia, a un costo humano enorme”.
La supuesta víctima de Pulgar disponía de una orden de alejamiento contra el otrora panelista de televisión, que venció en noviembre de 2022. El primero de varios eventuales abusos, que el diputado habría cometido aprovechando una relación de amistad con los padres de la denunciante, ocurrió alegadamente cuando ella tenía 13 años.