Más de 460 estudiantes de la Región del Maule están viviendo una experiencia formativa única gracias al programa “Construyo Mi Futuro”, una iniciativa que busca conectar el mundo de la educación técnico-profesional con el sector de la construcción, generando oportunidades reales de aprendizaje, empleabilidad y desarrollo regional.
Liderado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Maule, a través de su Consejo Asesor Empresarial (CAE), y con la coordinación territorial de la ONG Canales, el programa articula el trabajo de siete liceos técnicos, más de una docena de empresas del rubro y actores públicos como la Seremi de Energía, en un esfuerzo conjunto que fortalece la educación práctica y el vínculo entre jóvenes y sector productivo.
“Nos mueve el compromiso de generar oportunidades”
Sylvana Narváez, presidenta del CAE de la CChC Maule, explica que el gremio decidió involucrarse activamente en la formación de técnicos porque “la educación es clave para el desarrollo del sector y la región. A través del programa, articulamos visitas a obras, actualización del perfil de egreso, talleres sociolaborales y prácticas profesionales. Nos mueve el compromiso de generar oportunidades reales para los jóvenes”.
Durante 2024, los resultados fueron contundentes: más de 520 estudiantes participaron en visitas a obras, 378 asistieron a charlas técnicas y 307 a instancias motivacionales. Además, 32 estudiantes gestionaron su práctica profesional a través del programa y 11 maestros guía fueron capacitados por ONG Canales para acompañarlos en su proceso.
ONG Canales: puente entre liceos y empresas
Catalina Salazar, coordinadora territorial de Canales, destaca que el rol de la organización es “facilitar esta conexión entre el sistema educativo y el mundo laboral”. Añade que trabajan directamente en terreno, asegurando que las actividades sean significativas y que el vínculo entre liceos y empresas se traduzca en beneficios concretos para los estudiantes.
Además de las actividades ya mencionadas, en 2024 se desarrollaron proyectos colaborativos como alternancias formativas, torneos de emprendimiento y talleres con enfoque de género, enriqueciendo la experiencia educativa de los jóvenes.
Nuevos avances y proyecciones para 2025
En lo que va de 2025 ya muestra importantes avances. Se iniciaron visitas pedagógicas a empresas y se estrecharon lazos con la Seremi de Energía del Maule, que recientemente se incorporó formalmente al Consejo Asesor Empresarial del programa. Esta alianza ha permitido realizar visitas a plantas fotovoltaicas, talleres sobre eficiencia energética y nuevas iniciativas como certificaciones de los talleres de laboratorios eléctricos.
También se está trabajando junto a instituciones de educación superior (IES) de la región en programas de admisión especial, convalidación de estudios y experiencias de Aprendizaje Servicio, abriendo nuevas rutas de continuidad educativa para los estudiantes técnicos.
Desafíos a futuro
Ambas representantes coinciden en que el gran desafío es seguir ampliando la red de empresas comprometidas y fortalecer el modelo de formación dual. “Queremos incorporar más especialidades, como tecnologías aplicadas a la construcción, y asegurar que cada experiencia en las empresas sea formativa, segura y significativa”, explica Salazar.
Narváez agrega que “es fundamental seguir formando maestros guía y generar prácticas de calidad. Buscamos que los jóvenes no solo aprendan, sino que se sientan parte de la industria y visualicen un futuro profesional en ella. Es por eso que el equipo cuenta con un facilitador de aprendizaje Integral, Ricardo Meza, que nos apoya en esta tarea”.
Un programa que construye futuro
“Construyo Mi Futuro” se consolida, como un modelo de articulación mediante una mesa tripartita entre educación, empresa y sector público, con resultados concretos y una visión a largo plazo. Una alianza que, desde el Maule, está marcando la diferencia en la vida de cientos de estudiantes y en el desarrollo del sector de la construcción.