Tres comisiones comenzaron a sesionar de manera simultánea desde el lunes 16 de mayo, en el marco de la Convención Constitucional: la Comisión de Preámbulo, la de Artículos Transitorios y la de Armonización.
Cada una con sus objetivos propios, que buscan generar un texto final coherente y bien redactado que será el que se votará en el Plebiscito de Salida el próximo 4 de septiembre.
El abogado e investigador del Centro de Estudios Constitucionales de Chile (CECOCH) de la Universidad de Talca, Luis Acevedo, explicó el trabajo que realizarán en estos meses.
El especialista precisó que, en el caso de la Comisión de Preámbulo, su misión es realizar la introducción escrita para la propuesta de nueva Constitución. Mientras que la Comisión de Artículos Transitorios, busca definir aquellas normas que servirán para recorrer el camino entre la Constitución antigua y la instauración completa de la nueva. Ella definirá la gradualidad o rapidez de esos cambios.
Finalmente, la Comisión de Armonización, estructurará el texto, asegurando la coherencia del documento final, identificando vacíos o contradicciones entre las normas aprobadas y corrigiendo aspectos lingüísticos y de sintaxis que pudieran existir.
“Para poder entender bien un texto, obviamente tiene que estar bien redactado. Por ello, el rol de la Comisión de Armonización será central, pues ayudará a comprender mejor la propuesta del texto constitucional”, argumentó Acevedo.
Frente a las posibles incongruencias o contradicciones que deban resolverse, esta Comisión tendrá un límite: no podrá alterar, modificar o reemplazar una norma constitucional aprobada, sino solo hacer cambios que prevengan y eviten contradicciones futuras.
De acuerdo al especialista, luego de pasar por esta última comisión, “el ciudadano o ciudadana común podrá leer un texto ordenado por capítulos, que abordan cada tema de forma coherente y, además, sin errores ortográficos o gramaticales”.
Desde la perspectiva jurídica la Comisión tiene un valor adicional, ya que, según explicó el investigador del CECOCH, de aprobarse la nueva Constitución, “seguirá todo un proceso legislativo para dar aplicación a lo aprobado, dictando las leyes que correspondan, e impactando en el Poder Judicial al momento de resolver casos”.
“Si la Comisión de Armonización realiza un buen trabajo, es bastante probable que resulte una buena Constitución, al menos una ordenada, coherente y bien escrita. De aprobarse el trabajo de esta comisión, ayudará también a su implementación e interpretación a futuro”, aseguró el especialista constitucional.
Debate reflexivo
Por otra parte, el académico afirmó que todos los sectores políticos fueron relevantes en la definición del texto. “Se criticó mucho la falta de diálogo dentro de la Convención. Sin embargo, el hecho objetivo fue que la derecha sí participó en el debate y aportó en la redacción y aprobación de las normas, al menos, en un 20% del articulado, donde su voto era más crítico y determinante”, sostuvo el investigador.
“Jugaron en contra las emociones y las redes sociales, así como algunas propuestas que eran de carácter identitario, y que no apuntaban al amplio sector de la sociedad, lo que terminó afectando la percepción ciudadana del proceso”, explicó.
Sin embargo, en esta etapa final, el profesor Acevedo indicó que “la Comisión de Armonización hará coherente y estructurado el texto. Y eso es relevante porque para efectos de un debate serio y reflexivo respecto a los contenidos de la Constitución, resulta central conocer lo que se está discutiendo”.
Posterior al proceso que realizarán las tres comisiones que hoy laboran en la generación del texto final, éste deberá pasar por la aprobación del Pleno de la Convención. Y será ese el documento que se ratificará o no en el Plebiscito de Salida el 4 de septiembre.