Durante los meses de cuarentena, muchas son las mascotas que han podido disfrutar de sus tutores todo el día en el hogar junto a ellos. Pero gran parte de las comunas del país ha avanzado a fase 3 e incluso 4 de desconfinamiento, permitiendo que las personas vuelvan a sus trabajos de manera presencial. ¿Cómo enfrentar ese momento sin afectar a los animalitos de la casa?
Según explica Pablo Gómez Muñoz, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián, “el efecto que se ha generado en nuestras mascotas producto de la pandemia es el cambio de las rutinas. Sin individualizar trastornos de comportamiento en una u otra mascota y enfocándonos en animales equilibrados, el cambio de rutina puede afectar para bien o para mal, dependiendo de la estructura y la constancia de esta”.
Por lo tanto, el consejo consiste en “comenzar a estructurar rutinas que incluyan tiempos en que nuestras mascotas permanezcan solas de forma paulatina, ojalá manteniéndose tranquilas, comenzando desde periodos muy cortos e ir extendiendo día a día ese espacio de tiempo”,
El objetivo de esta medida, según Gómez, quien es Máster en Etología Clínica y Bienestar Animal de la Universidad Complutense de Madrid, es no generar un cambio de rutina repentino que les exponga a un estrés al que no puedan responder de forma satisfactoria.
No obstante, el ideal es no sobre diagnosticar a las mascotas con “Ansiedad por Separación” sólo porque es el trastorno de comportamiento más conocido. Hay que observar bien a nuestros animalitos y tomar las medidas correspondientes, tal como indica el especialista en comportamiento:
La ansiedad por separación es una patología que requiere de una condición de hiperapego desarrollada incluso antes de la pandemia. Así, es poco probable que un confinamiento prolongado genere de forma espontánea esta condición.
De igual modo, pueden existir otros trastornos de separación a los que se enfrenten nuestras mascotas y que deberemos solucionar con el debido diagnóstico y tratamiento profesional.
Cada trastorno conductual requiere un tratamiento particular, puesto que depende de encontrar los “detonadores” en ese paciente individual que lo motivan a generar una conducta.
De forma preventiva, se recomienda generar rutinas bien estructuradas con el fin de reducir la ansiedad e incluir espacios de interacciones de calidad con nuestras mascotas, por ejemplo, paseos, entrenamientos, juegos cognitivos, etc., con el fin de mantenerlas activas, tanto física como mentalmente.
En caso de sufrir algún trastorno conductual, producto o no de la pandemia, deben contactar a un Médico Veterinario Especialista en Comportamiento (Etólogo Clínico).