Ad portas de las fiestas de fin de año, una de las preocupaciones para cada encuentro familiar y con los amigos es sin duda la cena o comida que se preparará o comprará para la ocasión, así como la elección de los bebestibles. Y no es una novedad que muchas personas se excederán a la hora de mezclar los productos.
Consultado al respecto el nutricionista Andrés Acevedo, Asesor del Dpto. Atención Primaria de Salud, y Ciclo Vital de la Dirección del Servicio de Salud Maule, cualquier tipo de sobrecarga en nuestro cuerpo (sea intestinal, muscular, psicológica entre otras), va a producir efectos adversos, y esta práctica de sobreexigir la capacidad del sistema digestivo se conoce como “transgresión alimentaria”, que se produce cuando se consumen más alimentos de lo que se debe y se presentan síntomas muy parecidos a una gastroenteritis.
“Debemos tener en cuenta que en estas fechas de fiestas de fin de año tendemos a comer un poco más de lo habitual y corremos mayor riesgo de afectar nuestro sistema digestivo por sobrecarga de alimentos. Estas trasgresiones alimentarias son comunes en este periodo del año por las vacaciones y se tiene más libertad con los horarios de comida”, expresó el profesional.
Actualmente es muy común también la venta de anticuchos en la calle, en las ferias navideñas y otras convocatorias. Con este producto, indica Acevedo, es muy importante tener presente que las carnes crudas o mal cocidas son el vehículo predilecto para la liberación de toxinas que tienen algunas bacterias presentes en estas y una cocción insuficiente puede provocar un indeseable cuadro de diarrea aguda por Escherichia Coli. Por esto es fundamental verificar que las carnes que se van a consumir estén correctamente cocidas.
“La diferencia entre un alimento y un veneno está en la dosis. Por lo tanto, la mejor mezcla de alimentos para una cena es la moderación. Es muy importante tener conciencia de las cantidades de alimentos ingeridos y sobre todo en las cenas de fin de año que son de noche que generalmente son ricas en grasa y pueden gatillar molestias digestivas”, indicó Acevedo.
A esto añadió que es recomendable que la cena incluya “ensaladas de hoja verde (lechuga, o repollo) y tener precaución con el consumo elevado de ensaladas con un alto aporte de azúcares, como la betarraga y cebolla. Respecto a carnes, ojalá sean bajas en grasas o evitar ingerir las grasas más visibles. En caso de las papas la porción adecuada no debería ser superior al volumen de tres huevos”, explicó el nutricionista.
Si la persona ya se encuentra ante la presencia de una transgresión alimentaria es importante efectuar reposo por un par de días y evitar el consumo de fibra que favorezca cuadros de malestar como la diarrea. En el caso de presentar un cuadro diarreico se recomienda consumir zanahoria cocida la cual tiene un efecto astringente o antidiarreico.
Para cuadros de hinchazón o flatulencia es recomendable consumir uno a dos yogures o una a dos porciones de bebidas lácteas durante el día que sean descremadas y que contengan bífidus activos.
Es muy importante tener presente que, en caso de dolor severo, diarrea, vómitos y presencia de fiebre, se debe recurrir al servicio de urgencias cercano para que los pacientes sean evaluados y sigan otro tratamiento si corresponde.
Finalmente, respecto al consumo de alcohol es importante recordar que el consumo por varios días puede provocar inflamación del hígado o del páncreas. Lo anterior se puede agravar en personas que tengan cálculos biliares, ya que el exceso de comida puede provocar cuadros vesiculares agudos.
El llamado es a consumir alcohol con moderación para no sobrecargar la función del hígado, órgano que dentro de sus múltiples funciones se encarga también de eliminar el alcohol que ingerimos. Y no olvidar que una sobreexigencia de este puede provocar una cirrosis.