TALCA.- Más del 98% de los estudiantes del Colegio San Esteban de Talca ha mantenido el contacto con su establecimiento durante la Pandemia que afecta a nuestro país lo que les ha permitido mantener su proceso de aprendizaje y, especialmente, no dejar a nadie atrás subsanando las dificultades que ello implica.
La directora del colegio, María Florencia Casado, expresó que “creemos que eso es algo único, que debemos valorar y agradecer, porque es un trabajo de toda una comunidad por hacer lo mejor para los que más nos importan, que son nuestros niños y niñas”.
A casi ocho meses del inicio de la suspensión de clases presenciales, el balance de este colegio es positivo ya que han logrado establecer un sistema eficiente para mantener la actividad académica a través de soluciones imaginativas.
María Florencia Casado explica que “junto a nuestro equipo veníamos viendo el acontecer internacional en relación con la Pandemia, lo que nos permitió anticiparnos y definir estrategias y acciones a seguir. Por ejemplo, una de las primeras medidas fue disponer de un espacio digital para que nuestras familias y estudiantes descargar información y material educativo. Así comenzó la idea de nuestro blog institucional”.
Agrega que “gestionar procesos escolares en Pandemia fue algo nuevo para todos, nadie estaba preparado. Tuvimos que generar inducciones para el personal docente, crear manuales de procedimientos para nuestros espacios asincrónicos de trabajo y constantes reuniones de organización. Uno de nuestros ejes fundamentales, fue el comunicar de manera constante”.
Nivelar la cancha
“Queríamos -indica- entregar el mensaje a nuestras familias que, al igual que ellos, desconocíamos la duración de este proceso y sus consecuencias, pero que no dejaríamos a nadie atrás. Todos tendrían oportunidades para seguir aprendiendo”.
La directora recalca que “en el fondo, siempre supimos que esta era una tremenda oportunidad para nivelar la cancha para nuestros estudiantes. En un Colegio con un IVE cercano al 82%, nosotros teníamos que enfocarnos en brindar la mayor cantidad de oportunidades de aprendizaje posibles, para así poder llegar a todos de la mejor manera y entregando educación de calidad. Eso nos exigió pensar de manera creativa, llevándonos a considerar nuevas herramientas y procesos”.
Por ello, desde abril empezaron a usar tres nuevas plataformas que permitieron seguir con la enseñanza y aprendizaje de manera sincrónica y asincrónica, lo que nos facilitó seguir en contacto con los estudiantes.
Pero también, “estábamos consientes de las brechas existentes tanto en el acceso al internet como a los insumos para trabajar de manera digital. Por lo anterior, decidimos que nuestro Colegio permaneciera abierto para toda la comunidad, entregando material impreso, brindando la posibilidad de ir a buscar libros, materiales, certificados y computadores. Es decir, todo lo que hiciera falta para mejorar la experiencia escolar”.
Aspecto socio-emocional
Han pasado casi ocho meses desde la suspensión de clases presenciales y “nuestras familias han desplegado un tremendo esfuerzo para acompañar los procesos de sus hijos. Uno de los focos que hemos trabajado con todas ellas, ha sido el aspecto socio-emocional, entendiendo que la salud mental de nuestros niños y niñas debe ser el centro de nuestra preocupación. A modo de ejemplo, creamos una semana de cambio de funciones, con distintas actividades recreativas y con temáticas relacionadas al Aprendizaje Socio-Emocional, y le llamamos la Semana de la Empatía”.
“Los resultados han sido positivos, porque “más del 98% de nuestros estudiantes tienen contacto con su Colegio, y creemos que eso es algo único, que debemos valorar y agradecer, porque es un trabajo de toda una comunidad por hacerlo lo mejor para los que más nos importan, que son nuestros niños y niñas”.
Respecto del futuro, “nos imaginamos un regreso mixto, donde continuaremos con clases virtuales y clases presenciales, de manera progresiva, voluntaria, y donde será fundamental la adaptación y resiliencia. Porque observando las experiencias internacionales actuales, debemos estar preparados tanto para el regreso presencial a las aulas, como así también a tener que volver a hacer nuestro trabajo desde los hogares”.
María Florencia Casado concluye señalando que “el 2021 sabemos que será un año que ya nos tiene preparado cierto grado de incertidumbre, y que más allá de la modalidad en la que debamos continuar enseñando, va a ser el espacio donde tendremos que reparar y compensar, lo que no fue posible hacer este año”.