Hablar de igualdad de oportunidades en pleno 2025 debiera parecernos algo natural, especialmente en sectores productivos que impulsan la economía y el desarrollo regional. Sin embargo, los datos nos siguen enfrentando a una realidad que no podemos ignorar: la participación de la mujer en rubros como la construcción, sigue siendo muy baja.
De acuerdo con la información entregada por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE), del trimestre marzo – mayo 2025, de las más de 38 mil personas que trabajan en construcción en el Maule, solo 1.500 son mujeres. Detrás de esta cifra hay historias de esfuerzo, pero también de puertas que aún falta abrir y barreras culturales que derribar.
Si bien, entre nuestras empresas socias las cifras de representación femenina son mayores, teniendo, por ejemplo, a nivel nacional alrededor de 17% de dotación de mujeres en la industria, igualmente estamos trabajando de manera firme en su incorporación, porque sabemos que “en la construcción sí hay mujeres y queremos más”.
Como Comisión Mujeres de la CChC Maule, asumimos este desafío con convicción. Sabemos que la diversidad no es solo un valor ético, sino también una oportunidad para generar equipos más creativos, colaborativos y eficientes. Por eso, este año hemos puesto un foco especial en visibilizar a las mujeres que ya están en obra, saber quiénes son, qué labores realizan y, sobre todo, conocer sus aspiraciones.
Hoy estamos levantando información detallada de las trabajadoras que actualmente se desempeñan en obras de nuestras empresas socias en el Maule con funciones diversas como llaveras, encargadas de aseo, trabajadoras especializadas en algún oficio o en otras funciones. Asimismo, nos interesa conocer su interés por capacitarse en oficios que actualmente requiere la industria tales como maestras en terminaciones, pintura, instaladora de revestimientos u otras especialidades porque sabemos que ahí hay una enorme oportunidad de crecimiento profesional y personal.
Este diagnóstico nos será de utilidad para diseñar una capacitación a la medida para el segundo semestre de este año, en la que converjan los intereses de quienes ya se encuentran trabajando en obra y las necesidades de las empresas socias de acuerdo a los proyectos que están llevando a cabo. Y es que creemos firmemente que la formación especializada puede abrirles nuevas puertas, mejorar su calidad de vida y aportar nuevos talentos y visiones a una industria que se renueva día a día.
En esta línea, cabe destacar: no partimos de cero. En años anteriores hemos impulsado capacitaciones exclusivas para mujeres, y este año vamos por más: queremos realizar una capacitación mixta, donde hombres y mujeres compartan conocimientos y experiencias.
Porque construir igualdad también significa aprender a trabajar juntos, desde la complementariedad de miradas y habilidades. La ciencia nos dice que, en promedio, hombres y mujeres pueden mostrar fortalezas cognitivas ligeramente distintas, pero igualmente valiosas y que la combinación de estas habilidades crea equipos más completos, resilientes y competitivos. De hecho, un estudio de la Universidad de Stanford mostró que los equipos mixtos solucionan problemas un 30% más rápido que los equipos homogéneos. Y es que ¡El mundo es mixto! Nuestros trabajos también deberían ser concebidos de esa manera.
Es por eso que invito a nuestras empresas socias y a las autoridades a que sigamos trabajando unidos para sacar adelante este compromiso. Si queremos una construcción más diversa, moderna y sostenible, tenemos que abrir espacio para que más mujeres se incorporen, se capaciten y crezcan. Es un desafío de todos y todas.
Por Rocío Navarro
Presidenta Comisión Mujeres
CChC Maule