La Asociación Nacional de Botillerías (AGBOTCH), entidad gremial que agrupa a más de 4 mil pequeños empresarios independientes del país, ha iniciado una intensa campaña de concientización que tiene como objetivo proteger y evitar contagios entre sus clientes y trabajadores mientras se verifica un aumento de casos.
Desde el inicio de la pandemia que existe conciencia en el gremio botillero respecto a la crisis sanitaria y se saben que la ocupación de camas UCI es crítica. De hecho, expertos han advertido que relajar restricciones muy rápido implica un ‘altísimo riesgo’ de rebrotes.
Es por ello, para hacer frente a esta nueva realidad, los Botilleros de Chile están intensificando las medidas de seguridad y reforzando los protocolos sanitarios entre los asociados. “Estamos conscientes de la situación país que ha desatado esta pandemia y con el desconfinamiento paulatino, estamos llamando a operar con responsabilidad y con todas las medidas sanitarias que eviten los riesgos de contagio, tanto para las personas que atienden como para cada uno de los clientes que compran en nuestros establecimientos comerciales, muchos de ellos insertos en el corazón de barrios, pueblos y localidades aisladas”, afirma Marcial Pérez, presidente de Agbotch.
Entre las medidas adoptadas por el gremio para seguir aplicando en cada uno de los locales se encuentran: la disponibilidad permanente de alcohol gel, uso obligatorio de mascarilla tanto para trabajadores como clientes, insistir en la separación de más un metro entre personas y su respectiva demarcación, y la utilización de reja exterior para evitar contacto directo. “Como gremio no hemos dejado de sensibilizar a nuestros asociados respecto a la importancia de respetar estas medidas que son implementadas para beneficio de todos y todas. Este protocolo nos permitirá funcionar sin contratiempos, evitando además sanciones de la autoridad y lo más importante, sin exponernos a un posible contagio de Covid-19”, explica Pérez.
Esto último cobra importancia pues -aseguran- que durante la pandemia las ventas en botillerías han caído en torno a un 70%, a ello se suma que un 50% de los pequeños botilleros se encuentra en cesación de pagos, con moras y protestos ante la imposibilidad de pagar sus compromisos y el 10% ha tenido que cerrar sus cortinas y declarase en quiebra. Dura realidad que se está enfrentando con resiliencia y acciones concretas.
“Hemos instruido a nuestros asociados a privilegiar la atención de sus clientes sin contactos estrechos, mediante el establecimiento de zonas de recepción con separaciones físicas entre los que atienden y los que compran. Sumado a esto, hemos generado e implementado señaléticas, instructivos y políticas para cuidar a nuestros compradores y evitar focos de contagio, los que a la fecha afortunadamente no han ocurrido, hecho que nos refrenda que seguimos siendo parte de la solución y el alivio para las familias que necesitan un negocio de barrio abierto y el importante rol que cumplen estos 4 mil pequeños comerciantes para mantener la cadena de abastecimiento en sectores que hoy lo necesitan más que nunca”, enfatiza el líder de los Botilleros, Marcial Pérez.