Conectividad, exigencia del propio trabajo, nivel de cualificaciones y rasgos culturales y geográficos son algunas de las conclusiones que presentó “Prospectivas del Teletrabajo en los sectores del comercio, educación y finanzas en la Región del Maule, 2021”, realizado por el Observatorio Laboral del Maule-Sence.
Empleadores y trabajadores maulinos de los ámbitos de la educación, comercio y finanzas mostraron una baja disposición para continuar con la modalidad de teletrabajo, según se evidencia en un estudio recientemente realizado por el Observatorio Laboral del Maule-Sence, proyecto ejecutado por la Universidad Católica del Maule (UCM). En general, el teletrabajo es percibido como un formato transitorio y de emergencia en el marco de la pandemia por COVID-19, que requirió de distanciamiento físico. Sin embargo, para la mayoría de los empleadores de los tres subsectores económicos estudiados, el trabajo presencial es preferido por sobre el trabajo remoto, favoritismo que se explica por cuestiones de conectividad, exigencia del propio trabajo, nivel de cualificaciones y rasgos culturales y geográficos.
El estudio, denominado “Prospectivas del Teletrabajo en los sectores del comercio, educación y finanzas en la Región del Maule, 2021”, fue realizado por un equipo de profesionales del Observatorio Laboral del Maule-Sence, encabezado por los sociólogos Sebastián Fuentes y Carlos Martínez. Durante tres meses encuestadores calificados aplicaron un cuestionario a una muestra de 140 empresas y realizaron entrevistas a 16 empleadores y trabajadores del comercio, las finanzas y la educación. La investigación buscaba conocer la incidencia del teletrabajo en estos subsectores económicos, además de detectar ocupaciones demandadas a partir de la nueva modalidad.
En el sector comercio fue donde se evidenció con más fuerza la preferencia del trabajo presencial por sobre el teletrabajo. El estudio mostró que durante el período de confinamiento solo el 23,9 por ciento de los encuestados pudo trabajar en modalidad remota, debido principalmente a que el tipo de trabajo de las empresas no se ajustaba al teletrabajo por requerir presencialidad. En este sector, la investigación también estableció que el teletrabajo fue adoptado en empresas medianas y grandes como medida de emergencia y mayormente en puestos de trabajo de nivel educativo universitario, y en cuanto las medidas sanitarias disminuyeron, se han retomado las actividades en presencialidad.
Irma Carrasco Tapia, directora del Observatorio, expresó que “es importante señalar la importancia del teletrabajo a nivel nacional y regional como una modalidad que hizo posible que trabajadores de sectores específicos pudieran mantener sus puestos de trabajo, y si bien existe mayor valoración por el trabajo presencial, también se abrieron nuevas áreas para el trabajo on line, y esto claramente es una oportunidad, si consideramos que aún estamos en situación de pandemia”, dijo. Sebsectores y teletrabajo
En el subsector de finanzas, en tanto, la adopción de la modalidad de teletrabajo fue significativa, con una implementación de 75 por ciento entre los encuestados. El porcentaje se explica por la alta cualificación de los trabajadores del sector, generalmente especialistas en materia económica ligados a trabajo administrativo. En este caso, una vez iniciado el confinamiento, las empresas del sector tomaron medidas para realizar turnos presenciales, pero privilegiando el trabajo remoto.
Para el subsector enseñanza, el teletrabajo se implementó en el 89,3 por ciento de las instituciones encuestadas, preferentemente entre directivos y docentes. En este caso, el estudio da cuenta de una preferencia por el regreso al trabajo presencial, motivado por las dificultades observadas en relación con problemas tecnológicos para impartir clases, especialmente cuando los módulos no pueden ser adaptados al formato de clases en línea, siendo necesaria la presencialidad, como ocurre con algunos cursos dictados por organismos técnicos de capacitación.
El estudio del Observatorio Laboral del Maule-Sence estableció que el teletrabajo fue implementado en general como una necesidad y las empresas no planean mantenerlo a futuro si la crisis sanitaria es superada, de esta forma, surge con mayores probabilidades que las empresas exploren el teletrabajo parcial, combinando labores presenciales con trabajo a distancia.
En cuanto a la necesidad de nuevas ocupaciones demandadas por las empresas durante la pandemia, el estudio reveló que no hubo requerimientos de nuevas labores exigidas por teletrabajo, sino que más bien se evidenciaron brechas de capacitación para teletrabajar en los puestos de trabajo que accedieron a este sistema de trabajo, referidas a competencias tecnológicas, especialmente en el sector de enseñanza para la teleducación, y competencias conductuales como la organización del tiempo y liderazgo de equipos de trabajo a distancia. Es por eso que la investigación propone el desarrollo de programas de buenas prácticas para el teletrabajo y programas de actualización adaptados a cada uno de los sectores económicos con el fin de incorporar competencias de la era digital.