Con el objetivo de transformar una experiencia piloto en un modelo nacional de empleabilidad juvenil, el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil y el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) están avanzando en la construcción de un modelo integral y replicable que permita abrir nuevas oportunidades de inserción laboral para adolescentes y jóvenes que han estado en conflicto con la ley penal.
Este modelo surge a partir de una experiencia piloto desarrollada en la ciudad de Iquique en octubre de 2024, en el marco del trabajo conjunto entre ambos servicios. La iniciativa fue diseñada para abordar de manera articulada los principales obstáculos que enfrentan los jóvenes en proceso de reinserción al momento de acceder al mundo del trabajo, combinando formación, acompañamiento psicosocial, intermediación laboral y compromiso del sector privado.
El piloto fue evaluado y sistematizado por el Centro de Justicia y Sociedad de la Pontificia Universidad Católica, institución que acompañó todo el proceso y generó una base de aprendizajes claves para la construcción del modelo.
Los resultados de esta experiencia fueron positivos: de los 20 jóvenes que participaron, 9 completaron el proceso formativo y lograron acceder a una primera experiencia laboral formal, lo que representa un 60% de éxito en los casos habilitados para inserción. Esta cifra, sumada a los aprendizajes del proceso, demuestra la viabilidad de desarrollar un modelo que permita escalar esta estrategia a nivel nacional.
Para la directora del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, Rocío Faúndez, los buenos resultados de la experiencia piloto refuerzan la importancia y la necesidad de crear un modelo nacional que permita, tanto al mundo público como privado, avanzar en instancias de reinserción social efectivas.
“Los hallazgos del piloto dan cuenta de los aprendizajes acumulados que nos permitirán armar un modelo de empleabilidad y medir su impacto, pues esta experiencia va mucho más allá de generar un cupo laboral para un joven, sino que también les da un sentido de pertenencia con la sociedad, que es fundamental para sus procesos de cambios”, sostuvo la directora de Reinserción Social Juvenil.
Por su parte, Romanina Morales, directora nacional del Sence, reafirmó el compromiso institucional con esta línea de trabajo, destacando la relevancia de una oferta formativa especializada para este grupo de jóvenes y acompañar los procesos de intermediación laboral para esta población.
El trabajo entre ambos servicios se ha venido consolidando a partir de la firma de un convenio de colaboración en agosto de 2024, el cual estableció una agenda de trabajo común orientada a ampliar la oferta formativa y de empleabilidad para adolescentes y jóvenes sujetos a medidas y sanciones en el marco de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. Esta alianza contempla, además, el acceso preferente a los programas regulares del Sence y el desarrollo de líneas específicas de formación e intermediación laboral para esta población.
Este proceso se articula con los avances de la Mesa Público-Privada por la Empleabilidad Juvenil, espacio impulsado por ambos servicios con participación de empresas, organizaciones de la sociedad civil y representantes del mundo académico, que busca generar acuerdos y estándares comunes para la contratación de jóvenes en proceso de reinserción.
Con este enfoque, el desafío de ambos servicios es escalar esta estrategia hacia un modelo nacional que considere pilares y procesos claros, evaluación de resultados e incentivos para que más empresas se sumen a este compromiso.