Andrés Jouannet Valderrama (Temuco, 1967) académico, escritor, intendente de a Araucanía entre 2015 y 2016 y político acaba de publicar Golpe al Estado (Editorial Historia Chile / Fundación Konrad Adenauer, 2020) donde ausculta lo ocurrido en Chile tras el 18 de octubre de 2019 y los tres meses posteriores.
Jouannet conversó con www.elmauleinforma.cl en medio de su apretada agenda.
Andrés, se mira con muchas expectativas las elecciones del próximo 15 y 16 de mayo, especialmente en lo relacionado con los gobernadores. ¿Cuál es la importancia de los gobernadores regionales en la nueva forma de ejercer el poder?
-Respecto de la elección de los gobernadores regionales en realidad no tengo muchas expectativas, porque conozco bien la ley y por darle un ejemplo, el gobernador va a distribuir el presupuesto regional, pero la autoridad política la va a seguir teniendo el delegado presidencial. Pienso que ha sido una idea poco estudiada. Chile es un país centralizado y no tiene una delegación de los poderes del presidente, salvo en los intendentes, pero se trata de una delegación indirecta.
Creo que para que pueda funcionar un sistema de gobernadores regionales, primero tenemos que redistribuir el país. Es impensable con la fisonomía actual.
Las regiones no pesan lo mismo y se han ido configurando a través de las presiones políticas de un momento, en que un senador que tiene poder ha presionado a La Moneda. Ha sido una cuestión muy populista…
Una situación preocupante
-Sumado a lo anterior, somos un país con un sistema presidencialista. Para que funcione bien un sistema con gobernadores regionales tendríamos que tener un semi presidencialismo a la francesa o un parlamentarismo a la alemana donde existan presidentes regionales, un jefe del parlamento y un jefe de Estado. Como no tenemos ese sistema se va a producir un choque entre varios poderes. Con el ejecutivo, entre los gobernadores y los delegados presidenciales regionales
Ese roce es inminente…
-Es inminente… Lo que pasa que cuando se le pasen mayores atribuciones a las regiones vamos a tener un problema porque ¿qué pasa si en el día de mañana el gobernador de la Provincia de Maule resulta ser un populista, con mucho dinero y llega a gobernador regional y decide, luego de la agudización de un conflicto, parar la región. ¿Qué hacemos? Por otro lado, estos gobernadores no manejan la seguridad, por tanto todo el tema preventivo lo maneja el ejecutivo desde el nivel central. Por lo tanto, esta es una ley muy mal hecha y de carácter populista, realizada por un congreso que no estudia temas tan complejos como estos. Por otra parte, ¿qué pasa si un gobernador es malo? Tenemos que esperar cuatro años para cambiarlo. En cambio, los intendentes pueden ser cambiados de inmediato.
¿Qué alternativa habría utilizado usted?
-Yo habría realizado una discusión más profunda y establecido un parlamento regional y que los parlamentarios eligieran un gobierno regional.
Años de formación
“Vengo de una familia modesta, de esfuerzo. Tengo 16 hermanos y mi padre, dirigente sindical, fue preso político durante el gobierno militar”, precisa Andrés.
Andrés, ¿cómo fueron sus años de formación en Temuco?
-Soy de Temuco y estudié en escuelas públicas. Culminé mis primeros estudios en el Liceo Pablo Neruda, del que guardo entrañables recuerdos. Quería estudiar Derecho, pero lo más posible fue estudiar Pedagogía de Historia y Geografía en la Universidad de la Frontera de Temuco.
¿Qué importancia tuvo la beca que hizo en la Universidad de Heidelberg?
-La fundación Konrad Adenauer me permitió ingresar a la Universidad de Heildelberg, la universidad de la filosofía moderna, donde estuve cinco años. En sus claustros estuvieron Heidegger y Hannah Arendt. Fue un mundo intelectual muy estimulante, que afianzó mi interés por las ciencias políticas. En alguna ocasión escuché a Francis Fukuyama, por sólo darle un ejemplo.
¿En qué versó su tesis doctoral?
-Partidos políticos en América Latina, defendida el año 2004. Esa fecunda estadía en Alemania me permitió manejarme en el idioma.
Crisis de la política
Andrés, ¿comparte que la política sufre una profunda crisis?
-Creo que la política está pasando por una situación permanente que es la transformación de la política. Y lo que está en crisis es la forma de hacer política.
Y es lo que pasa en Chile y en otras democracias del mundo como Estados Unidos. Y es algo que he denominado la banalización de la política. Pienso que la política requiere mayor compromiso real para mejorar la política y evitar prácticas populistas. Creo que la clase política ha tratado mal a las personas y ha surgido un profundo malestar.
¿Cómo la ha vivido en la Democracia Cristiana?
-Hace más de tres años con dolor renuncié a la Democracia Cristiana, porque creo que la Democracia Cristiana, desde el punto de vista ideológico, perdió lo que era su esencia.
Un crítico señaló que la DC había olvidado las enseñanzas de Maritain…
-Pienso que efectivamente la Democracia Cristiana ya no es humanista cristiana. Cuando renuncia a un principio fundante que es la defensa de la vida en todos sus estados, en ese momento, la Democracia Cristiana chilena deja de ser humanista y cristiana y pasa a ser un partido social demócrata. La democracia cristiana perdió el centro y se fue a la izquierda.
¿Usted se cambió a otro partido?
-No. Me mantengo independiente y sigo siendo humanista cristiano.
¿Considera que esta crisis es peligrosa para la estabilidad democrática?
-Sí, porque cuando los partidos no se definen bien ideológicamente, no tienen programas claros y se dejan seducir por prácticas populistas, se impone precisamente el populismo. Un ejemplo claro es lo que ocurre en Venezuela, un país próspero, alguna vez, con las mayores reservas petroleras del mundo, que hoy vive en la miseria.
¿Cómo se supera esta crisis de credibilidad de la política?
-Yo creo que lo que tenemos que hacer es reformular todo. Pero primero tenemos que incentivar desde cuarto básico el interés por la educación cívica. Porque lo que tenemos que formar es buenos ciudadanos, para que así mañana tengamos buenos políticos, que tomen acertadas decisiones…Nosotros tenemos hoy día ciudadanos que se preocupan más por la farándula que de lo que ocurre en la vida pública y terminan votando por gente que no debería estar ahí. Le daré dos ejemplos. Si la gente estuviera bien informada no habría votado ni por Florcita Motuda ni por Joaquín Lavín León. Así de simple.
Conflicto mapuche
El conflicto mapuche es complejo y delicado. ¿Cómo piensa que debe ser encarado?
– Lo primero que me gustaría precisar es que no es un conflicto, porque la dimensión de un conflicto entre pueblos se puede apreciar en Bosnia y Herzegovina, entre palestinos e israelíes, lo que pasa con las Farc, con la ETA.
¿Es comparable con lo qué pasa en Chile? Por ninguna parte. Lo que pasa en Chile se llama tensión intercultural, que tenemos que resolverla a través de los mecanismos de la democracia. Lo que tenemos que entender es que en La Araucanía tenemos una población que se autodefine mapuche y que tenemos que relevar, porque son nuestros orígenes y con la que tenemos una deuda histórica. ¿Qué tendríamos que hacer? Resolvamos el tema de fondo que es el reconocimiento cultural, el tema de la pobreza y por último a los delincuentes y terroristas meterlos presos, que es lo que hice cuando fui intendente.
¿Qué balance hace de su propia gestión en el tema?
-Recibí la intendencia de Francisco Huenchumilla, cuando casi todos los días se quemaban camiones en las autopistas. En julio del 2015, los camioneros hicieron una marcha hacia La Moneda protestando por la quema de camiones. En ese momento cae Huenchumilla y asumo yo y en ese periodo se quemó un solo camión y después no se quemó ninguno más durante la gestión de la Presidenta Bachelet. En cierto que se comenzaron a quemar iglesias, pero los responsables fueron condenados por estos incendios en el periodo nuestro. Hay un informe del Instituto Libertad que señala que en nuestro periodo, comparado con lo que sucede ahora, es un 80 % menos.
¿Cómo considera que lo ha manejado el presidente Piñera?
-Pésimo. El presidente Piñera no ha sido capaz de mantener la seguridad a dos kilómetros de La Moneda. Imagínese. La segunda administración del Presidente Piñera ha sido tal vez la peor de la historia democrática del último tiempo. Más allá del tema de la pandemia. Si uno compara la autoridad política de Aylwin con la de Piñera la diferencia es evidente.
En una entrevista señaló “que el diálogo es lo único que en democracia nos permite resolver problemas y conflictos”. ¿Considera que hay sectores que no buscan ese diálogo?
-Sí. Y cualquier persona en este país que cruza una luz roja se le pasa una multa. Está claro que las personas que trasgreden la ley tienen que enfrentar los tribunales. Aunque reconozco que la Fiscalía, especialmente en la zona de La Araucanía, no ha estado a la altura y no resuelven los problemas. En consecuencia, tenemos un problema de Estado. No es posible que sectores de La Araucanía estén tomados por delincuentes. Y, claro, el diálogo es fundamental en civilidad, pero yo no me puedo sentar a dialogar políticamente con delincuentes.
Entonces, los tribunales y las policías deben poner a estas personas tras las rejas que es lo que corresponde a un estado de derecho.
¿Qué tan delicada es la situación? Ha señalado: “La Araucanía es una región que se está desangrando”…
–Efectivamente La Araucanía es una región que se está desangrando. Durante la gestión del Presidente Piñera han muerto 9 personas…
¿Está en jaque el estado de derecho?
-No. Lo que hay que hacer es que tiene que funcionar como corresponde. No solo el gobierno, también el parlamento y la zona, por ejemplo, tiene que tener leyes especiales, por su naturaleza, porque si no vamos a tener problemas cada vez más graves. Por otro lado, tenemos que tener leyes más drásticas, en materia de prevención del delito, para que las personas entiendan que cuando quieren resolver sus problemas fuera del estado de derecho se van a encontrar con una normativa que les caerá encima.
¿Considera legítimas las demandas del pueblo mapuche?
-Durante mi vida he visitado más de 1.200 comunidades. Las tengo anotadas, pero todavía no tengo el decálogo de las demandas del pueblo mapuche, porque no existe un gran lonco que las represente. Hay personas que hablan por el pueblo mapuche, lo que es una vergüenza, porque nadie puede hacerlo. De hecho el pueblo mapuche no vota mayoritariamente por los mapuches. Lo muestra el hecho que Felipe Kast, le ganó a Francisco Huenchumilla en el distrito mapuche.
¿Qué le dice eso? Si hay claridad en la demanda general de reivindicar al pueblo mapuche culturalmente, socialmente, económicamente y políticamente, pero ¿cuáles son las demandas del pueblo mapuche? No las conozco en el sentido de que alguien las represente, porque nadie puede hacerlo en su nombre.
¿Y los que proponen reivindicación territorial?
-En Panamá tienen las comarcas, donde existen autoridades indígenas comunales y funciona muy bien. Las comunidades son elegidas a través de usos y costumbres. Y me parece muy bien. Pero eso en La Araucanía podría ocurrir en algunos lugares, pero no en toda región, como Chol Chol, Galvarino, Puerto Saavedra, Carahue, por ejemplo.
Con Aylwin
Habiendo sido secretario político del expresidente Aylwin. ¿Qué recuerdos tiene de él?
-Empecé a colaborar con él en 1994. En 1998 me fui a Alemania y a mi regreso retomé ese contacto estrecho tan significativo para mí. Lo sentí un amigo y aprendí mucho de política con él. Solía verlo tres o cuatro veces a la semana y teníamos largas conversaciones. Momentos gratos donde que compartíamos un té. Tengo dieciséis horas grabadas con don Patricio, que espero en algún momento se conviertan en un libro.
¿Cuál cree que es su principal legado?
-Creo que ha sido el mejor presidente que ha tenido nuestro país. Lo considero uno de los padres de la patria, porque considero que los padres de la patria no son solamente los fundadores, sino también Lautaro, Caupolicán, Michimalonco y hombres como Patricio Aylwin.
Quienes critican a Aylwin señalan que esa frase: justicia en la medida de lo posible, fue el germen de muchos problemas que todavía se arrastran en la sociedad chilena…
-No puede existir justicia en la medida de lo imposible, porque sería atentar contra el estado de derecho. Puede que no me guste una ley, pero tengo que respetarla. Patricio Aylwin tuvo que ejercerla en el estado de derecho de la época.
Por último, Andrés, ¿descarta aspiraciones políticas?
-Los que estamos en política siempre estamos al servicio público. Y yo siempre estoy abierto al servicio público, más allá de los cargos.