Lo que hasta ahora se ha intentado explicar como un error operativo de un proveedor externo tiene, según voces del mundo municipal, consecuencias mucho más profundas de lo que el Ministerio de Educación y la Agencia de Calidad de la Educación ha reconocido con la falla sufrida ayer con el SIMCE.
Así lo señala el presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, Gustavo Alessandri, quien con preocupación advierte que afecta a los municipios que tienen interés en evitar el traspaso de sus colegios al Sistema Local de Educación Pública.
Según explica, “esta prueba no solo mide aprendizajes, sino que define estándares de gestión y calidad que inciden en decisiones estructurales del sistema educativo, entre ellas la evaluación de desempeño de los municipios que aún administran establecimientos educacionales”.
En ese marco, Alessandri advierte que “cuando una prueba como el SIMCE fracasa por descoordinación del Estado, no solo se frustra a los niños y niñas que se prepararon durante meses; también se pone en riesgo la estabilidad de los proyectos educativos municipales. Los resultados de esta evaluación son uno de los indicadores que permiten a los municipios mantener sus establecimientos y evitar el traspaso forzoso al SLEP. Por lo tanto, una falla así no es neutra, tiene implicancias mayores”.
El alcalde agregó que este episodio revela una contradicción grave porque “si el propio Estado no es capaz de garantizar un proceso de evaluación tan básico, ¿con qué legitimidad puede exigir resultados para procesos tan complejos como el traspaso al nuevo sistema de educación?”.
Alessandri fue más allá al sostener que “bajo nuestra experiencia, el nuevo sistema (SLEP) no ha mejorado las condiciones de la educación pública, sino que las ha debilitado, y desde esa perspectiva esta falla no puede seguir tratándose como un accidente técnico, porque afecta las condiciones institucionales con que los municipios intentan sostener la educación pública en sus comunas”.











