Señor Director:
En nuestro país históricamente se ha usado la educación como un campo fértil para avivar rencillas, conflictos, agendas partidistas, pero, sobre todo, para obtener apresurados réditos políticos de lado a lado.
Luego de que ayer se rechazara la acusación constitucional contra el Ministro de Educación hemos sido testigos de cómo -una vez más- una válida herramienta para la rendición de cuentas pierde todo sentido cuando se le atañan juicios de valor, argumentos jurídicos pobres y tristes puestas en escena, como entregar una bolsa de la Junaeb antes de iniciar la sesión.
Mientras sigamos con esta política-espectáculo, continuaremos perdiendo el foco de lo verdaderamente importante: exigir y hacerse cargo del bienestar y aprendizaje de nuestros estudiantes.
Roberto Bravo
Director Líderes Escolares