Los adultos mayores sufren un proceso en que disminuyen las capacidades físicas. Sin embargo, los estudios arrojan que aquellas personas que realizan alguna actividad física retrasan y minimizan ese proceso de envejecimiento del cuerpo, mejorando su calidad de vida.
Para conocer más de este importante tema, el Dr. Pablo Valdés Badilla, académico e investigador del Departamento de Ciencias de la Actividad Física de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica concedió entrevista a este medio.
¿Nos ayuda el deporte a retrasar el envejecimiento del cuerpo? ¿Qué relación tiene la actividad física y el envejecimiento prematuro, es mito o realidad?
Es mejor utilizar el concepto actividad física, ya que el deporte es una manifestación de ella. La literatura científica es contundente en respaldar los beneficios a nivel físico, fisiológico, psicoemocional y social que la práctica regular de actividad física otorga a las personas mayores. Existen estudios que demuestran un aplanamiento o enlentecimiento del proceso de envejecimiento, es decir, permite mantener la capacidad para realizar las actividades habituales de la vida diaria por mayor tiempo.
Respecto al envejecimiento prematuro, pese a existir una carga genética insoslayable, los estilos de vida condicionan la velocidad del proceso de envejecimiento, por ejemplo, el hábito tabáquico aumenta en 10 años la apariencia física y reduce el funcionamiento del organismo, la alimentación poco saludable, por ejemplo el exceso de alimentos ultraprocesados, además de favorecer el exceso de peso, aumentan el riesgo de mortalidad futura, entre otras situaciones que dependen de los hábitos de vida de las personas, mientras que la práctica regular de actividad física, cumple un rol protector de la salud a todo nivel.
¿Cómo influye la actividad física influye en ello?
Además de la respuesta anterior, puedo complementar señalando que la práctica regular de actividad física es fundamental para mantener o mejorar la independencia funcional en la vejez, está asociada con menor riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles, mientras que una buena condición física en la vejez se asocia con menor mortalidad. Además, la práctica regular de actividad física es considerada la estrategia más económica de prevención en salud. Sin embargo, la dosificación de actividad física debe ser apropiada a las características de las personas mayores para conseguir los máximos beneficios.
¿Cuáles serían los mejores ejercicios que nos permitirían retrasar el envejecimiento del cuerpo?
Existen diversas estrategias de actividad física que han reportado resultados satisfactorios sobre la salud de las personas mayores como son la caminata, el entrenamiento multicomponente, el entrenamiento de resistencia muscular, las actividades acuáticas, el yoga, el tai-chi, entre otras. Sin embargo, antes de iniciar un programa de actividad física, las personas mayores deben ser evaluadas por un profesional de la salud para detectar posibles patologías y conocer su condición de salud actual, con ello será posible seleccionar el programa que más se adecúe a las necesidades de la persona mayor, sin olvidar las preferencias personales, ya que la adherencia a la práctica dependerá del gusto y motivación por el ejercicio.
¿En Chile las personas están preparadas para envejecer de manera saludable?
En la actualidad el concepto más amplio corresponde a envejecimiento positivo, el cual incluye al envejecimiento activo y saludable. En Chile, más del 70% de las personas mayores de 60 años se clasifica como físicamente inactiva y cerca del 74,2% tiene sobrepeso u obesidad. Datos que sumados a los bajos ingresos económicos (pensiones bajas) generan un escenario preocupante. No obstante, a nivel gubernamental existen programas orientados al envejecimiento positivo, los que poco a poco logran mayor difusión y alcance en las personas mayores. Por ello, apoyar e idear estrategias de promoción de los estilos de vida saludables por medio de equipos multidisciplinarios y transdisciplinarios a través de políticas públicas que involucren a distintos ministerios como el de Salud, Educación, Deporte, Desarrollo Social, entre otros, favorecería el uso de recursos públicos (mayor eficiencia) y, redundaría, en mayor y mejores oportunidades para la salud presente y futura de la población.