La educación es la piedra angular del desarrollo de cualquier sociedad, un derecho fundamental que debería ser accesible para todos, independientemente de dónde vivan. Sin embargo, en la Región del Maule, como en tantas otras áreas rurales del país, enfrentamos brechas significativas que limitan este derecho para nuestros niños y jóvenes.
La educación rural no sólo es una cuestión de equidad; es una inversión en el futuro de nuestra comunidad y en el desarrollo sostenible de nuestra región.
Las dificultades que enfrentan las escuelas rurales son muchas y variadas. Las principales, se concentran en la infraestructura básica; la deserción escolar; recursos didácticos limitados; y, la escasez de profesionales especializados dispuestos a trabajar en entornos alejados.
Todas estos elementos, configuran condiciones de aprendizaje que, en demasiadas ocasiones, no logra cumplir con las necesidades básicas de los estudiantes, mucho menos inspirarlos a alcanzar su máximo potencial. En definitiva sólo surgen aquellos que tienen altas capacidades cognitivas, gran apoyo familiar y condiciones personales muy excepcionales, en contraposición a los sectores más aventajados, donde una persona promedio puede alcanzar su máximo potencial sin necesidad de esfuerzos extraordinarios.
Por lo anterior, el desafío de mejorar la educación rural en el Maule requiere de un esfuerzo conjunto y una estrategia multifacética. Es imprescindible invertir en mejorar la infraestructura física de las escuelas rurales, asegurando que todas las instalaciones estén equipadas con los recursos necesarios para un aprendizaje efectivo.
Por otro lado, incentivar a los niños y jóvenes, juntos con sus familias a persistir en lo que muchas veces significa un esfuerzo excepcional, largas horas de trayecto para asistir a clases, inversión de tiempo en estudio que podría aprovecharse en labores de campo, entre otras decisiones que enfrenta día a día una familia en el contexto rural.
Para abordar estas cuestiones, es necesario un enfoque integral que incluya políticas públicas enfocadas en mejorar la calidad y el acceso a la educación en zonas rurales, programas de apoyo para docentes, familias, y la incorporación de tecnologías que puedan superar las barreras físicas haciendo estás más llevaderas para los estudiantes y las familias.
Desde un inicio con Fundación Maule hemos intentado promover estas iniciativas. Comenzamos con una experiencia que abordó el difícil acceso a la educación superior de los estudiantes de comunas rurales, y así nació el Preuniversitario Brotes junto a la Universidad Católica del Maule, trabajando de la mano con las municipalidades.
Esta colaboración con entidades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y la comunidad en general, creó un programa que no sólo educó a los jóvenes que asistieron el segundo semestre del 2023, sino que aportó en forma concreta a acortar esta sensible y dolorosa brecha.
Acortar la brecha en la educación rural es un paso crucial hacia el desarrollo equitativo de la Región del Maule. Al asegurar que todos los niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad, no sólo estamos invirtiendo en su futuro individual, sino también en el futuro colectivo de nuestra región.
Josefina Méndez
Directora Fundación Maule