En medio de la crispación política, Chile no deja de lado su preocupación principal: la segunda ola (¿o es la tercera?) del Covid. Nos abruma, además, la noticia de que la India registra más contagios al día —hasta 350.000— que cualquier otro país.
Este desolado estado de ánimo quedó en evidencia en la encuesta del CEP. Un 51 por ciento de los chilenos teme que todavía falta lo peor de la pandemia y un 42 por ciento piensa que “seguimosen el peor momento”. Solo el seis por ciento cree que “ya pasó lo peor”.
Así es difícil interesarse por lo que pasa más allá del desierto y la cordillera. Pero vale la pena intentarlo.
Los cien días de Biden
En poco más de tres meses, el nuevo inquilino de la Casa Blanca se ha empeño -hasta ahora con éxito- en borrar la obra de Donald Trump.
“Estados Unidos está en marcha de nuevo”, dijo el miércoles ante el Congreso Pleno.
Reconoció que debió asumir el cargo en medio de la peor pandemia en un siglo, la peor crisis económica desde la Gran Depresión y lo que llamó el “peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil”.
Pese a ello, su tono fue de esperanza. Anunció un gran plan de recuperación económica y propuso ampliar la licencia de maternidad, el cuidado infantil, la salud, la educación preescolar y universitaria. Si son aprobados, estos planes lo convertirán en una figura recordada por su impacto en la vida de Estados Unidos.
Y hay más. Reconociendo la campaña feminista, Biden no ocultó su satisfacción al comenzar a hablar: “Señora presidenta de la Cámara. Señora vicepresidenta. Ningún Presidente ha dicho nunca esas palabras desde este podio, y ya era hora”. Se refería a Nancy Pelosi y a Kamala Harris.
El fin del castrismo en Cuba
Aunque nada es definitivo, quedan pocas dudas de que, con la salida de Raúl Castro del poder, está terminando una era histórica.
Todo empezó como una gran esperanza. La huida de Fulgencio Batista en la noche de Año Nuevo de 1959, provocó un inigualable estallido de alegría en La Habana. Había iniciado su carrera al poder en 1933, con la Revolución de los Sargentos. Ascendido a coronel, se encargó de reprimir ferozmente a la oposición. Más tarde, en 1940, llegó a ser Presidente constitucional por cuatro años y en 1952 se constituyó en dictador. Proliferaron, con apoyo norteamericano, los casinos, la prostitución, el tráfico de drogas, y los policías y los políticos corruptos.
Un pequeño grupo, dirigido por Fidel Castro, quiso derrocarlo entonces, pero no tuvo éxito. Los estudiantes asumieron la resistencia, dirigidos por José Antonio Echeverría, pero también fracasaron. Al final triunfaron los míticos “barbudos” instalados en la Sierra Maestra. Días después de la salida de Batista, entraron en La Habana. Instalaron el “Paredón”, una sangrienta ola de fusilamientos. Ni siquiera así perdieron el apoyo de la opinión pública mundial. Eso vino después. En 1960 los guerrilleros se consolidaron en el poder. Al año siguiente Castro se declaró comunista.
Por seis décadas, el régimen resistió toda suerte de ataques incluyendo, tras la caída del Muro, el fin de la ayuda soviética y alemana del Este. El costo fue brutal. Solamente ahora, tras la muerte de Fidel y el alejamiento de su hermano Raúl, podría estar abriéndose una ventana de esperanza,
Lo esperan, desde hace meses, los grupos opositores cuyo himno es “Patria y Vida”.