La drosophila de alas manchadas es considerada una plaga emergente e invasiva. Corresponde a una pequeña mosca que fue detectada en nuestro país en 2017. Es polífaga, ya que ataca a una amplia gama de cultivos de frutas, así como a un número creciente de frutas silvestres.
Fernando Medina, presidente de la Agrícola Central explicó que “es una grave amenaza económica en los cultivos, debido que las hembras de esta especie oviponen en frutas sanas que se encuentran en estado de maduración y sus larvas se desarrollan y se alimentan de la pulpa de la fruta, generando que ésta se vuelva no comercializable”.
Agregó que “esta plaga ha demostrado tener una rápida expansión, una fecundidad típicamente alta y un ciclo vital de corto tiempo, lo cual, sumado a la disponibilidad de hospederos y a las condiciones climáticas de nuestro país podemos concluir que es posible encontrar zonas con condiciones adecuadas para el establecimiento y dispersión de esta plaga en Chile, como lo es en nuestra región, es por eso el llamado que hacemos a todos los agricultores a realizar los monitoreos y avisos de capturas”.
¿Cómo detectar el insecto?
Deben ser instaladas trampas para la detección de adultos, las cuales actualmente son cebadas con atrayentes de tipo alimenticio. Estas trampas se utilizan tanto para la detección temprana en áreas no invadidas por la plaga, como para el monitoreo en zonas donde la plaga está presente.
Estas trampas tienen que ser ubicadas estratégicamente de acuerdo a su propósito y teniendo en consideración lo siguiente: a) la distribución de hospedantes; b) condiciones biológicas y climáticas favorables a la plaga; c) rutas de comercialización; d) presencia de huertos y cultivos hospedantes; e) vías de comunicación (caminos internacionales y/o de movimiento turístico); f) mercados comercializadores de fruta; g) sitios de acopio, procesamiento, almacenamiento, descarte, distribución y comercialización de frutas hospedantes; h) centros turísticos y de presencia extranjera; etc.
Una variedad de prototipos de trampas están disponibles en el mercado para monitorear adultos de la plaga, que las diferencian en cuanto a forma, tamaño, color, distribución de agujeros de entrada y superficie de volatilización.
En relación a los tipos de atrayentes para capturar a este insecto, el vinagre de manzana fue uno de los primeros cebos utilizados, porque es eficaz y práctico de usar. Este señuelo ha sido últimamente mejorado mediante la adición de vino o vino más azúcar. Más recientemente, se han identificado mezclas volátiles de multicomponentes, las que pueden proporcionar un señuelo más selectivo que además permite reducir el tiempo de servicio de la trampa.