La obesidad es una enfermedad crónica no transmisible, que tiene múltiples causas y que se caracteriza por un índice de masa corporal igual o superior a 30. En Chile, no se encuentra definida como una enfermedad ni cuenta con guías clínicas actualizadas. Sin embargo, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el 74,2% de la población adulta en nuestro país sufre de sobrepeso u obesidad, cifra que lo sitúa en el segundo lugar, después de México (75,2%), con la más alta tasa de obesidad, incluso superando a Estados Unidos (71%).
La situación es aún más delicada producto de la crisis sanitaria. Las personas que viven con obesidad tienen un mayor riesgo de tener una peor evolución y mayores tasas de hospitalización. Incluso, un alto porcentaje de estos pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos tienen un mayor riesgo de mortalidad, según señala el informe “COVID-19 y obesidad: El Atlas 2021” elaborado por la Federación Mundial de Obesidad.
Dentro de los resultados generales del análisis, se constató que las regiones que lideran la prevalencia de la Obesidad a nivel nacional se concentran en la zona sur del país. Específicamente, la región de Aysén es la que posee mayor proporción de personas que viven con obesidad con un 44,3% -esto es 2 de cada 5 habitantes-, le sigue la región de Los Ríos con un 43,83%, y la región de la Araucanía con un 41,09%.
En tanto, las regiones con menores tasas de obesidad son Antofagasta con un 29,97%, Arica y Parinacota con un 30,42% -esto es 3 de cada 10 habitantes-, y la región del Maule con un 31,03%. Pese a ser las regiones con menor cantidad de personas que viven con Obesidad, la Región de Antofagasta de todas formas bordea el 30% de prevalencia de su población con esta enfermedad.
“Los Mapas permiten ver que la obesidad se expresa en Chile de manera heterogénea entre regiones, sexo y edades. Frente a este problema de salud deben existir iniciativas a nivel nacional, como por ejemplo, incluir la cobertura del tratamiento de la obesidad en los planes de salud públicos y privados. Pero esto no es suficiente: debe darse el financiamiento para que los gobiernos locales puedan desarrollar estrategias específicas para luchar contra la obesidad. A partir de estos Mapas mirar la obesidad como un solo problema con una única solución ya no es sostenible: hay que darle más poder a las regiones para la gestión territorial de los problemas de salud», señala Rony Lenz, Académico e Investigador de la Universidad Andrés Bello y quien lideró este análisis.
Al analizar los datos, se puede ver que también hay una diferencia de género relevante en la población. El 43% de las mujeres adultas (entre 25 y 64 años) en Chile tiene Obesidad, mientras que el 34% de los hombres entre 25 y 64 años en Chile viven con esta enfermedad. De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Salud para el año 2016-2017, la prevalencia de obesidad en hombres aumentó a casi el doble (19,2% -30,3%) en 7 años. En las mujeres, la prevalencia de obesidad ha aumentado a 38,4%, en otras palabras, para el año 2017 casi 2 de cada 5 mujeres adultas vivían con obesidad. Más aún, las mujeres adultas (entre 25 y 64 años) tienen 1,3 veces más riesgo de tener obesidad en Chile, versus los hombres.
“La reciente pandemia de COVID-19 nos ha demostrado cuán esencial es que la obesidad se considere como una enfermedad crónica y que los pacientes reciban la atención multidisciplinaria que esta requiere de forma oportuna. Nosotros en Novo Nordisk nos hemos comprometido a comprender las barreras clave que enfrentan las personas con obesidad a diario, e identificar oportunidades para impulsar iniciativas de colaboración que ayuden a mejorar la atención, la educación, el acceso a tratamiento y el apoyo para las personas que viven con obesidad, puesto que hoy no sólo deben afrontar diversas complicaciones de salud sino un estigma social», señaló la Dra. Liselotte Becker, Gerente Médico de Obesidad de Novo Nordisk Chile.
El análisis mostró, además, que la obesidad está asociada a una mayor prevalencia de enfermedades crónicas. Esto, pues se observó que la población con obesidad tiene 3 veces más prevalencia de Diabetes Mellitus tipo II que las personas con peso normal. Lo mismo sucede en el Infarto Agudo de Miocardio, cuya proporción en pacientes que viven con obesidad es 2,88 veces mayor que para los pacientes con estado nutricional normal. El comportamiento es similar para la prevalencia de Hipertensión Arterial, la cual es 2,8 veces mayor en pacientes cuyo estado nutricional es de obesidad versus las de peso normal. Así también, se observa que los pacientes con obesidad sufren 1,35 veces más accidentes cerebrovasculares que los pacientes de peso normal.
En cuanto a la salud mental, el 66% de las personas con obesidad sufren ansiedad. Más relevante aún, más de un tercio de las personas con obesidad sufre depresión, y tienen 1,4 veces más riesgo de padecer depresión que una persona con peso normal.
“En el ámbito de la formulación de políticas públicas para lograr el máximo impacto es necesario disponer de información lo más desagregada posible, con el objeto de identificar las diferencias que se dan en un problema a nivel nacional, regional, provincial e incluso comunal. Este estudio es de alto interés ya que visibiliza en forma muy gráfica la magnitud del problema en Chile, lo describe en forma muy exhaustiva y además permite disponer en forma muy clara y visual las características de esta enfermedad como un problema de salud pública de alta magnitud e importancia por las consecuencias que provoca en la generación de otras enfermedades. Por otro lado, nos muestra en forma gráfica y didáctica los datos más relevantes en cada área geográfica en estudio, lo que permite visualizar fácilmente las características del problema y las diferencias que existen en diversas dimensiones en distintas áreas geográficas”, indica Héctor Sánchez, director del instituto de Salud Pública de la Universidad Andres Bello.
Al mismo tiempo agrega que “En este momento, en el cual se está discutiendo, con alta probabilidad que se transforme en política pública, la existencia de un ‘plan universal de salud’, se debe tener presente la obesidad como un problema relevante, por su alta prevalencia en Chile, pero también porque es generador de diversas enfermedades que afectan gravemente la salud y calidad de vida de las personas. Su incorporación como la de otros problemas de salud no puede ser sólo considerando canastas y/o listado de servicios, sino que soluciones y modelos de atención al problema en diferentes niveles de complejidad nacional, regional, provincial y comunal. Este primer estudio es un aporte metodológico en la dirección correcta para definir, mejorar y perfeccionar políticas públicas que enfrenten problemas de salud pública relevantes con enfoques a diferentes niveles a lo largo del país”, finaliza.
Metodología del Estudio
Los Mapas de la Obesidad en Chile fueron construidos en base a un análisis de los datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016-2017, previa aplicación de factores de expansión. Se representó la obesidad según subgrupos etarios, sexo, localización geográfica (principales regiones y provincias), presencia de comorbilidades en la población con obesidad, variables sociodemográficas y autopercepción de salud.
Estos datos se trabajaron con el software Open source QGis, para realizar el cruce de bases de datos cartográficas disponibles en fuentes abiertas de los Ministerios de Desarrollo Social y Bienes Nacionales, según provincias de la RM y Regiones, para la representación de los mapas.