Hoy se atraviesa una transformación silenciosa en la forma de alimentarse. La nutrición dejó de ser una tendencia para convertirse en una ciencia de precisión, impulsada por la inteligencia artificial, el análisis de microbiota y el monitoreo metabólico continuo. Cada día, más personas buscan entender cómo reacciona su cuerpo frente a los alimentos para mejorar su salud, longevidad y bienestar.
Según la OCDE, Chile enfrenta una de las tasas más altas de obesidad del bloque, con más del 30% de su población afectada, mientras que en Estados Unidos el mercado de medicamentos para bajar de peso ya supera los 2.700 millones de dólares y podría alcanzar los 80 mil millones en 2035. Estas cifras reflejan un cambio profundo: la salud metabólica se ha vuelto prioridad global.
“La nutrición de precisión puede parecer una nueva dieta de moda, pero en realidad es un área de investigación emergente y creíble, respaldada por los Institutos Nacionales de Salud. Esta disciplina busca prevenir o tratar enfermedades crónicas basándose en las características únicas de cada persona —desde su ADN hasta sus hábitos de vida—, reconociendo que la mejor dieta para una persona puede ser muy distinta a la de otra”, afirma Chris Pefaur, nutricionista de Nutrapharm.
El 2026 se perfila como un año decisivo para la evolución del bienestar. La combinación de ciencia, tecnología y conciencia personal marcará un cambio profundo en la forma en que las personas entienden la nutrición. Las nuevas tendencias no solo responden a modas, sino a una búsqueda sostenida por vivir más y mejor, con evidencia clínica, sustentabilidad y equilibrio metabólico como pilares.
Suplementos con evidencia: la nueva demanda del consumidor
La suplementación se consolidará como uno de los pilares del bienestar. En 2026, los consumidores exigirán productos con evidencia científica sólida, estudios clínicos propios y certificaciones que garanticen seguridad, trazabilidad y eficacia.
“Los suplementos con evidencia real serán los protagonistas del próximo año. La gente busca seguridad, eficacia y productos con aval clínico. Ejemplos como My OmegaRed, con su innovadora fórmula de omega 3. Enfibra, por su aporte de fibra prebiótica asociada a la salud intestinal libre de FoodMap. Okrafit, que contribuye al control de peso mediante fibra de okra, representan este nuevo estándar de suplementación basada en ciencia y resultados”, explica Chris Pefaur, nutricionista de Nutrapharm.
Entre los suplementos destacados, My OmegaRed combina aceite de krill, aceite de pescado y fosfolípidos, ofreciendo un contenido potenciado de EPA y DHA con astaxantina antioxidante, ideal para la salud cardiovascular. Enfibra, por su parte, se apoya en evidencia epidemiológica que asocia el consumo de fibra dietética con menor riesgo de enfermedades coronarias, diabetes tipo 2 y trastornos digestivos. Finalmente, Momeria, formulado con nutrientes como Fosfatidilserina, Bitartrato de Colina y Panax Ginseng, apoya la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo, promoviendo claridad mental y bienestar cerebral.
El avance de la nutrición de precisión marca el inicio de una era donde la tecnología, la ciencia y la conciencia individual convergen. El desafío para 2026 será integrar estos conocimientos en prácticas sostenibles, accesibles y respaldadas por evidencia, fortaleciendo la prevención y la educación alimentaria.







