Una jornada de fraternidad, reconocimiento y exploración en la Reserva Nacional Los Queules vivieron los guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) Maule para celebrar el Día Nacional del Guardaparque, que se recuerda cada 30 de septiembre en Chile.
Para esta fecha especial la directora regional de CONAF, María Isabel Florido, felicitó y agradeció por su comprometida labor a los guardaparques integrantes de la institución.
“Desde CONAF Maule hemos querido entregar un reconocimiento a todos estos hombres y mujeres que con tanta pasión se dedican a la conservación de las áreas silvestres protegidas en la región del Maule. Todo nuestro agradecimiento para ellos por la huella que han dejado en tantas familias, niños, niñas y adultos con sus conocimientos para que tengamos todos esa corresponsabilidad en el cuidado de cada una de estas áreas”, expresó la directora regional.
A sus palabras se sumó el jefe del Departamento de Áreas Silvestres, Felipe Barrios, quien puso de relieve el oficio de “quienes han desarrollado una tarea muy importante al interior de las áreas protegidas con los visitantes, haciendo monitoreo, patrullaje y conservando el valor especial que tienen nuestras áreas protegidas”, describió Barrios.
Esta celebración, además, tuvo una emotividad especial al considerarse el traspaso que prontamente tendrán los guardaparques al nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), tal como lo refirió Daniel Medel, representante del Consejo Nacional de Guardaparques.
“Queremos relevar la función que realizan los guardaparques al interior de las áreas protegidas, sabiendo que este podría ser el último año que lo celebremos en la CONAF, institución que nos ha llevado por más de 50 años, amparando esta función que hombres y mujeres realizan con amor, cariño y devoción”, subrayó el vocero.
PROFUNDIZAR CONOCIMIENTOS
Como parte de la actividad, el grupo de guardaparques realizó una visita guiada por el sendero interpretativo de la Reserva Nacional Los Queules, un recorrido de utilidad para profundizar acerca de la vegetación local.
“Hemos podido conocer y dimensionar lo que son nuestros bosques maulinos costeros. Es muy relevante el conocimiento para saber conservar; así que fue muy importante para nosotros poder conocer especies de gran valor como es el queule y el pitao”, recalcó sobre el recorrido Héctor Carrasco, guardaparque de la Reserva Nacional Altos de Lircay.