La Asociación de Municipios Rurales (AMUR) junto a alcaldes, concejales y dirigentes sociales de Maule, Ñuble y Biobío, se reunió en Cauquenes para definir una estrategia común frente a la aprobación del proyecto de transmisión eléctrica Itahue–Hualqui.
La cita culminó con la firma de un convenio intermunicipal y la decisión de entregar personalmente en La Moneda una carta respaldada por los 20 municipios afectados.
Un rechazo transversal al proceso
Los ediles cuestionaron que el Comité de Ministros aprobara el proyecto pese al rechazo inicial del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
El alcalde de Cauquenes, Jorge Muñoz, anfitrión de la reunión, afirmó: “Nuestros municipios no han tenido voz en un proyecto que afectará directamente a nuestras comunidades. Vamos a exigir al Presidente y a sus ministros que escuchen el clamor de la gente de Maule, Ñuble y Biobío”.
En la misma línea, la alcaldesa de Hualañé y vicepresidenta de AMUR, Carolina Muñoz, subrayó: “El progreso no puede hacerse a costa del medio ambiente y de las familias rurales. Este proyecto fue tramitado en pandemia, sin la participación adecuada de la ciudadanía. Hoy estamos levantando una sola voz municipal”.
Acción política y legal coordinada
Los alcaldes acordaron una triple estrategia: interponer un recurso de invalidación colectivo, coordinar reclamaciones ante el Tribunal Ambiental y avanzar en acciones políticas a nivel central.
El alcalde de Tomé, Ítalo Cáceres, advirtió que su comuna será atravesada por dos trazados y llamó a la movilización:
“Tomé quedará dividida por estas torres. Vamos a mantener a las comunidades en estado de alerta y no descartamos acciones de protesta si no se escucha nuestra voz”.
Por su parte, Alejandro Pedreros, alcalde de Coelemu insistió en la dimensión política del conflicto: “Este proyecto fue aprobado sin consulta ni información previa. Ahora exigiremos explicaciones al Presidente y a sus ministros”.
Una amenaza regional
En la presentación técnica, se recordó que el proyecto Itahue–Hualqui contempla 400 km de tendido eléctrico atravesando 20 comunas en tres regiones, con impactos en bosques nativos, humedales y zonas productivas.
Además, organizaciones ciudadanas advirtieron que esta “carretera eléctrica” habilitará la conexión de más de 50 proyectos de generación eólica y solar, incluidos los primeros parques eólicos marinos en Chile.
“No hablamos de una sola línea: es un efecto dominó que transformará 320 mil hectáreas de territorio, sin consulta y sin beneficios claros para las comunidades”, alertó Jaime Soto, representante del Parque Nacional Nonguén.
Cierre en unidad
La jornada terminó con la firma de un convenio intermunicipal y un mensaje de unidad. Uno de los dirigentes resumió:
“Hoy damos esta batalla en conjunto con nuestros vecinos y vecinas. No podemos aceptar que las comunidades rurales vivan el resto de sus vidas con torres instaladas en sus patios sin haber sido escuchadas”.
Próximos pasos:
• Entrega de carta en La Moneda firmada por los 20 municipios.
• Recurso de invalidación administrativo contra la aprobación del Comité de Ministros.
• Coordinación con parlamentarios regionales para reforzar la presión política.