Después de un cáncer, las sobrevivientes no son las mismas personas que antes de la enfermedad. Surge una nueva etapa llena de necesidades laborales y personales que requieren atención y apoyo.
La Presidenta de la Fundación Mujeres por un Lazo, María Elisabeth Guesalaga, destaca la importancia de visibilizar los desafíos que enfrentan las pacientes tras finalizar su tratamiento, abogando por un cambio en la percepción social y laboral hacia estas mujeres.
La Fundación busca abordar temas cruciales como el seguimiento médico, la reinserción laboral, el bienestar emocional y el acceso a apoyo comunitario, promoviendo un diálogo abierto sobre las experiencias vividas.
“Es fundamental que la sociedad entienda que no sólo necesitan atención médica, sino también un entorno de apoyo que les permita reintegrarse plenamente en sus vidas”, comenta Guesalaga.
“Muchos enfrentan barreras significativas que impactan no sólo su calidad de vida, sino también su autoconfianza y bienestar emocional”, concluye.