Aunque las vacaciones están garantizadas por ley y son clave para el bienestar de las personas, su gestión sigue siendo una deuda pendiente en las empresas chilenas. Así lo demuestra un nuevo estudio de Defontana, empresa líder en soluciones de gestión empresarial, que encuestó a 352 personas, entre encargados de recursos humanos (43%) y trabajadores solicitantes (57%) de empresas de todos los tamaños.
El estudio revela cifras clave que reflejan una realidad preocupante en la gestión del descanso laboral:
- Impacto en los trabajadores:
- El 60% de los trabajadores ha sentido agotamiento o desmotivación por no tomarse vacaciones oportunamente.
- El 42% afirma que acumular días de descanso afecta negativamente su desempeño.
- El 79% de los trabajadores tiene vacaciones acumuladas; 1 de cada 5 acumula más de 20 días.
- Impacto en las empresas:
- El 43% de las empresas ha tenido que pagar vacaciones acumuladas en dinero, cifra que sube a 60% en empresas con más de 50 trabajadores y sin digitalización.
- El 58% afirma tener una política clara sobre vacaciones acumuladas, pero solo el 55% la comunica formalmente a sus equipos.
- El 71% considera fácil o muy fácil pedir vacaciones, sin embargo, persisten barreras como alta carga laboral, falta de reemplazos o preferencia por juntar días para un descanso largo.
En cuanto a vacaciones anticipadas, el 59% de las empresas ha recibido solicitudes, pero muchas veces sin políticas definidas, generando desorden interno.
“Este estudio confirma que no gestionar adecuadamente las vacaciones no solo impacta la salud mental de los trabajadores, sino que también tiene efectos reales en la productividad y sostenibilidad financiera de las empresas”, explica Macarena Molina, Product Manager de Gestión de Personas en Defontana.
Consecuencias que van más allá del trabajador individual
La encuesta no solo evidencia cómo la mala gestión de vacaciones impacta la salud de los trabajadores, sino también la operación de las empresas.
En este sentido y desde la mirada de los encargados de recursos humanos, los efectos negativos de no tomarse vacaciones incluyen:
- 100% considera que la acumulación puede afectar negativamente al negocio.
- 67% menciona que genera costos financieros por pagos acumulados.
- 57% señala que incrementa el riesgo de burnout y desmotivación.
- El impacto negativo es aún mayor en empresas medianas: 83% lo reconoce como un problema importante.
Y, desde la perspectiva de los trabajadores:
- 38% acumula vacaciones para un descanso largo.
- 27% no las toma por alta carga de trabajo.
- 21% por falta de reemplazo o logística interna.
Respecto a las vacaciones anticipadas, el estudio también revela que aunque el 70% de las solicitudes se autoriza, 62% de los encargados identifica desorden administrativo como consecuencia frecuente. Y, en el caso de las empresas que cuentan con tecnología y software de RR.HH., ese desorden baja a 48%, lo que demuestra que la digitalización puede ordenar una práctica que hoy es poco regulada.
La tecnología como aliada
El uso de plataformas de gestión permite automatizar el control de vacaciones, reducir errores, asegurar cumplimiento normativo y mejorar la experiencia laboral. El 54,5% de las empresas ya cuenta con un software que incluye vacaciones, y los beneficios son claros:
- Mejora la percepción de facilidad para solicitar vacaciones.
- Aumenta la formalización de políticas.
- Reduce los impactos negativos del desorden operativo.
“Una buena política de vacaciones, bien gestionada y apoyada por tecnología, permite construir culturas organizacionales más sanas, sostenibles y humanas. En Defontana, creemos que ello no solo optimiza procesos, sino también relaciones laborales sanas”, resalta Molina.
Recomendaciones para una gestión eficiente del descanso laboral
Una buena gestión de vacaciones no solo previene errores administrativos, sino que contribuye a fortalecer el clima laboral y mejorar la eficiencia organizacional. Automatizar este proceso permite a las empresas planificar de forma más equitativa, respetar los derechos laborales y fomentar una cultura que valora el descanso como parte de la productividad.
“Incorporar tecnología en la gestión de vacaciones permite planificar con mayor anticipación, distribuir de forma adecuada las cargas de trabajo y mantener una comunicación clara con los equipos. Eso impacta positivamente en la motivación, la confianza y el compromiso”, destaca Molina.
Con ese enfoque, la experta entrega cinco claves para avanzar hacia una gestión más moderna y ordenada del descanso laboral:
- Digitalizar la planificación de vacaciones:
Contar con una plataforma digital permite centralizar las solicitudes, definir flujos de aprobación claros y dar visibilidad a los días disponibles. Esto reduce la carga administrativa para el área de Recursos Humanos, evita errores manuales y mejora la trazabilidad de todo el proceso, desde la solicitud hasta la aprobación final.
- Formalizar las políticas de descanso:
Establecer criterios claros para pedir vacaciones, plazos de respuesta y flujos de aprobación ayuda a prevenir conflictos y dar certezas. Además de ser un derecho, el descanso debe vivirse sin culpa: pedir vacaciones no debe sentirse como un problema para la empresa, sino como parte natural de una cultura saludable.
- Trabajar con un calendario proyectado:
Una planificación anual o semestral anticipada, facilita la continuidad operativa y da a los equipos mayor libertad para organizar su descanso con tiempo, equilibrando mejor sus responsabilidades personales y laborales.
- Promover una cultura de descanso activo:
Incentivar el uso oportuno de las vacaciones favorece el bienestar, previene el agotamiento y mejora la salud mental. Cuando el descanso es parte de la cultura, aumentan la motivación, la satisfacción y también la productividad del equipo.
- Promover que nadie postergue su derecho a descansar:
Llevar un seguimiento regular ayuda a detectar acumulaciones, prevenir sobrecargas y asegurar que el descanso sea un beneficio real y equitativo para todas las personas.
El descanso como inversión estratégica
Los resultados del estudio de Defontana revelan que la gestión de vacaciones trasciende el ámbito administrativo para convertirse en una inversión estratégica. Las empresas que logran equilibrar las necesidades operativas con el bienestar de sus trabajadores no solo cumplen con sus obligaciones legales, sino que construyen ventajas competitivas sostenibles.
En un mercado laboral cada vez más competitivo, donde el talento busca organizaciones que valoren el equilibrio vida-trabajo, una gestión moderna del descanso laboral se convierte en un diferenciador clave. La tecnología, las políticas claras y una cultura organizacional que promueva el descanso no son solo buenas prácticas: son necesidades imperativas para el éxito empresarial del futuro.