Con el arribo de las vacaciones de invierno, la gestión del tiempo frente a las pantallas se convierte en un tema crucial para padres y cuidadores. La psicóloga Magdalena Barriga, del Colegio Pedro de Valdivia Las Condes, comparte pautas adaptadas a la edad de los niños para optimizar el uso de las tecnologías de manera saludable.
2 a 5 Años: Sentido Común y Supervisión.
El uso de pantallas debe ser ocasional y cuidadosamente restringido. Es fundamental que los menores siempre estén supervisados por adultos, quienes pueden ayudarles a comprender los contenidos y familiarizarse con la tecnología de manera gradual.
5 a 12 Años: Uso Académico, Supervisión y Responsabilidad
En este grupo etario, se recomienda que la tecnología se utilice principalmente en contextos de aprendizaje. Es importante limitar el acceso a videojuegos y redes sociales, apagando las pantallas al menos 30 minutos antes de dormir para favorecer un sueño adecuado.
Fomentar la autorregulación en el uso de internet es esencial; se pueden establecer turnos de 20 a 30 minutos y utilizar controles parentales como medida de prevención.
Además, es preferible incentivar la lectura de libros y revistas, ya que existen múltiples fuentes de información más allá de internet.
13 a 18 Años: Uso Ético, Seguro y Responsable
A medida que los jóvenes crecen, desarrollan habilidades para gestionar internet, pero aún requieren el apoyo parental para recordarles las normas básicas de seguridad. A partir de los 14 años, son penalmente responsables de sus actos.
Es imperativo fomentar una educación sobre el uso ético de la tecnología y mantener una comunicación abierta sobre los riesgos asociados.
Se sugiere establecer normas domésticas claras respecto al uso de internet, incluyendo límites en el acceso a ciertos sitios y directrices para la navegación.“El objetivo es crear un entorno que fomente el uso consciente y positivo de la tecnología, permitiendo a los niños y adolescentes disfrutar de las herramientas digitales mientras se minimizan los riesgos”, explica la psicóloga Magdalena Barriga.