Existen muchos mitos en torno a lo que significa la muerte encefálica; mientras algunos consideran que la persona aún sigue con vida, especialistas del Hospital Regional de Talca (HRT) explican que es un estado de muerte en el que si bien el corazón sigue latiendo, el cerebro no envía señales al cuerpo, es decir, está fallecido.
La muerte encefálica (ME) es un diagnóstico de muerte certificada por ley, como la parada irreversible de las funciones encefálicas, en donde el paciente está fallecido, pero sus tejidos siguen vitales debido a que reciben perfusión cardíaca (flujo sanguíneo).
“A pesar de que nosotros podemos ver a nuestro familiar caliente y con su corazón latiendo, sólo es gracias a estar conectado a máquinas, por lo que, al apagarlas, todo el cuerpo deja de funcionar. La certificación de la hora y la fecha del deceso es cuando se diagnostica con muerte encefálica o cerebral”. señaló la Dra. Patricia Carruyo, Jefa de la Unidad de Procuramiento del HRT.
En este proceso están involucrados diferentes médicos como, neurólogos, neurocirujanos y otros doctores que no tengan contacto con el paciente y que después de realizar varios estudios clínicos y para clínicos, como el test de acnea, donde se desconecta el ventilador y se evidencia la ausencia de movimientos respiratorios, junto con otros parámetros, son la forma de corroborar que el paciente está con muerte encefálica irreversible.
La especialista explica que muchas veces los familiares tienden a pensar que están en coma o estado vegetal, pero son completamente diferentes, los primeros son una condición neurológica en donde su conciencia está deprimido pero hay funciones de tronco encéfalo que se pueden ver en los exámenes clínicos, mientras que en la ME no hay ningún tipo de reflejo o actividad cerebral, solo se mantiene artificialmente por ventiladores.
“La ME es el momento más oportuno para la procuración de órganos debido a que el cerebro ya no envía señales al cuerpo, pero todavía las células están vitales porque reciben flujo sanguíneo, lo que favorece que el trasplante sea viable. Si esperamos la parada cardíaca estos tejidos van a estar necróticos, en plena descomposición celular y no se van a poder trasplantar porque ya no van a tener funcionalidad” expresó la especialista.
La doctora enfatiza en la importancia de derribar mitos como que diagnosticar la muerte encefálica es porque se quiere dejar de atender, o que su familiar tiene la posibilidad de seguir viviendo, cuando en realidad ya está fallecido. “Le estamos dando un cuidado de fin de vida que es poder ser donante de órganos y tejidos” complementó.
El HRT es uno de los hospitales dentro de la red nacional de trasplantes, explica la Dra. María Esperanza Selamé, Jefa de la Unidad de Trasplantes del HRT. “Nosotros aportamos pacientes a la red de trasplantes, dándole la oportunidad a pacientes de la región de poder trasplantarse, así como también los órganos que se procuran en la región pueden ir a cualquier lugar del país que se necesite”.
En lo que va del año, de nueves posibles donaciones en el Maule, cinco familias rechazaron ser donantes, cuatro de ellas accedieron, pero sólo tres se pudieron llevar a cabo, desde donde se extrajeron: tres corazones, tres hígados y 6 seis riñones.
La jefa de la unidad de trasplantes abordó la importancia de recordar a los pacientes con enfermedad renal crónica, que tienen la oportunidad y el derecho de poder trasplantarse, así como, también tener la opción de estudiarse para ser donantes, tanto como sus familiares.
“Es importante conversar en vida la voluntad de ser donantes, porque cuando se está en medio de la muerte encefálica y estas situaciones dolorosas, se convierte en un momento muy difícil para tomar la decisión” concluyo la Dra. Selamé.
Desde el Hospital Regional de Talca, empatizamos con el dolor de perder a un ser querido, sabemos que es un momento duro y difícil para las familias, sin embargo, también es una oportunidad de sembrar nueva vida en tierra fértil.