Cada 23 de mayo se conmemora el Día Mundial del Melanoma, fecha que busca concientizar sobre este tipo de cáncer de piel, el cual es el más agresivo y mortal, pero también uno de los más prevenibles si se detecta a tiempo.
“El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos, las células responsables de producir melanina, el pigmento que da color a la piel. Aunque representa un porcentaje menor de los cánceres de piel, es el más peligroso debido a su alta capacidad de diseminación a otros órganos si no se detecta en etapas tempranas”, comenta el Dr. Andrés Figueroa, dermatólogo de Clínica Universidad de los Andes.
En los últimos años, Chile ha experimentado un aumento sostenido en los casos y muertes por cáncer de piel. Según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, en 2024 se registraron más de 620 muertes por esta enfermedad, la cifra más alta en las últimas dos décadas. Se estima que anualmente se diagnostican más de 800 nuevos casos.
Además del aumento de casos, existen diversos factores que pueden incidir significativamente en el riesgo de desarrollar esta patología. Entre ellas están:
- Sobreexposición a la radiación ultravioleta
- Antecedentes familiares
- Historial de quemaduras por el sol
- Presencia de lunares atípicos o una gran cantidad de estos
- Piel clara, ojos claros y cabello rubio o pelirrojo
La detección temprana es crucial para mejorar las tasas de sobrevida. Una técnica útil para identificar lunares sospechosos es la regla del ABCDE:
- A – Asimetría: una mitad del lunar no es igual a la otra.
- B – Bordes: irregulares, difusos o poco definidos.
- C – Color: varios colores o tonalidades (marrón, negro, rojo, azul).
- D – Diámetro: mayor a 6 mm, aunque algunos melanomas pueden ser más pequeños.
- E – Evolución: cambios en tamaño, forma, color o síntomas como picazón o sangrado.
- F – “Patito Feo”: el lunar se ve diferente respecto a los demás.
La prevención de esta patología no solo reduce el riesgo de desarrollarla, sino que también permite una detección más temprana, mejorando así los posibles pronósticos. Para esto, es crucial adoptar hábitos como:
- Usar protector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o superior. Aplicar 30 minutos antes de salir y repetirlo cada dos horas.
- Evitar la exposición al sol entre las 10:00 y las 16:00 horas.
- Utilizar ropa y accesorios que protejan del sol, especialmente en actividades al aire libre.
- Evitar el uso de solárium o uso de camas de bronceado, especialmente antes de los 30 años.
- Realizar autoexámenes regulares de la piel y consultar al dermatólogo ante cualquier cambio sospechoso.