En los últimos cinco años, la industria de la heladería en Chile ha cambiado, adaptándose a un mercado cada vez más amplio que debe satisfacer a distintos tipos de consumidores. Por ello diversos chef han avanzado en la creación de diferentes sabores, incluso algunos salados, que mantienen la esencia refrescante, pero suman nuevas variedades.
Luis Contreras, chef Ejecutivo de Marsol del área de Heladería, cuenta que “el helado gastronómico es tendencia hoy en día. Y este año ha sido tremendo para este mercado. El mejor heladero de sudamérica es chileno y también es uno de los más destacados a nivel mundial y esto nos ha puesto como país en una vitrina internacional. Si a esto sumamos, que cada persona consume cerca de 11 kilos anuales, tenemos un escenario propicio para ser un referente en la materia”.
Agrega que “desde hace cuatro años en Chile se adoptó la tendencia mundial, donde el helado pasó de ser un simple postre a un superalimento, que ha podido ser incorporado como un elemento más, incluso, de los platos salados. Hoy sus sabores pueden ser tan diversos como la imaginación del chef y esto viene acompañado con la profesionalización de la industria. Hoy podemos tener helados detox, de pino, de tomate, de palta o tabaco. Se instauró como un área de la bollería, como la pastelería francesa”.
Hoy en día también se puede acompañar una carne con una salsa de helado de queso azúl, elaborada de tal manera que llega en perfecto estado a la mesa. Tiene que ver con una tendencia y con la finalidad de complementar los platos de la mejor manera posible
En efecto, la demanda por capacitarse y perfeccionar las técnicas ha ido en aumento de la mano de la tecnología del equipamiento, que permite una experiencia de mejor calidad en el resultado final del producto. Por ejemplo, la demanda por los cursos certificados por la Carpigiani Gelato University, el centro de formación de heladeros más importante del mundo, ha aumentado cerca de 35% anual.
“Esto ha permitido dar respuesta a un consumidor que busca sabores más exclusivos y un producto balanceado en azúcar, grasas y fibras, que sea un aporte nutricional al organismo”, detalla Contreras.
En esa línea, los especialistas cuentan que para que un helado sea considerado un alimento nutritivo y posiblemente alineado con las características de un superalimento, debería elaborarse con ingredientes de calidad y enfoque nutricional.
“Incorporar proteínas de alta calidad, grasas saludables, fibras, antioxidantes y probióticos permite convertirlo en una opción nutritiva que no solo satisface el gusto, sino que también aporta beneficios a la salud intestinal y al bienestar general. Además, reducir el azúcar refinado y optar por edulcorantes naturales hace que sea una alternativa adecuada incluso para quienes buscan mantener un estilo de vida saludable”, explica Sofía Herrera, nutricionista y profesora de Superprof.