La diseñadora gráfica Sophie Traeger, fundadora de A la quimio con Mi Simio, realizó la entrega de 30 kits al Hospital Regional de Talca como parte de un esfuerzo por brindar apoyo a niños que enfrentan el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
El proyecto, que nació durante su etapa universitaria, busca aliviar el impacto emocional que estos retos suponen tanto para los niños como para sus familias. Sophie Traeger mencionó que su motivación personal provino de la experiencia de tener a dos tías y a un niño cercano enfrentando la enfermedad. “Quise crear algo que pudiera impactar en sus vidas, especialmente en la de los más pequeños, para ayudarles a entender este proceso complicado de una manera más amigable y lúdica”, afirmó.
El kit incluye un simpático muñeco llamado “simio” y un libro que explica el diagnóstico, el tratamiento y los efectos de la quimioterapia en un lenguaje accesible y acorde a la edad de los niños. La psicóloga Carla Valenzuela González, de la Unidad de Oncología Pediátrica, expresó su agradecimiento por la donación, resaltando que estos kits son herramientas fundamentales que ayudan a reducir la ansiedad y mejoran la comunicación entre los menores y sus familias durante el proceso de tratamiento.
El Director (s) del Hospital Regional de Talca, Pablo Gacitúa Cortés, destacó la importancia de esta entrega en el marco de la humanización de la atención médica. “Estos kits no solo acompañan al niño desde el diagnóstico, sino que también equipan a nuestro funcionarios de oncología con recursos para explicar el proceso a los pacientes y sus familias a través de actividades lúdicas”, comentó.
Mariela Reyes, madre de Felipe, paciente oncológico, compartió su experiencia positiva con el kit. “La entrega del simio fue muy relevante; ayudó a Felipe a entender lo que estaba ocurriendo y le facilitó hablar con sus amigos sobre su tratamiento. Para nosotros como familia fue un alivio en este proceso difícil”, dijo.
Hasta la fecha, más de 2,000 simios han sido entregados a nivel nacional, y a medida que el viaje avanza, se planea la entrega de otros 2,000 kits más en esta segunda fase del proyecto.
“Este esfuerzo no busca ser un negocio, sino que pretende dejar un pequeño granito de arena en un proceso tan complicado como es la quimioterapia. Ver el impacto positivo en las familias es lo que me motiva a seguir adelante”, concluyó Sophie.