El refrigerador es uno de los electrodomésticos que más consume energía en el hogar, ya que, además de ser el producto más grande, está conectado todo el día. Es más, diversos estudios señalan que puede llegar a representar el 40% del consumo de luz en el mes, y eso puede aumentar en verano, porque al abrir constantemente las puertas se incrementa aún más.
Sin embargo, hay varias estrategias que puedes implementar para optimizar su funcionamiento y reducir el consumo energético. La head of Product Management de Midea Carrier Chile, Elizabeth Arancibia, entrega un listado de recomendaciones para aquello.
Para comenzar, es fundamental elegir la ubicación adecuada para el refrigerador. Debe estar en un lugar fresco, lejos de fuentes de calor, como estufas o radiadores, ya que una temperatura ambiente elevada obliga al electrodoméstico a trabajar más intensamente para mantener el frío.
Además, es recomendable ajustar la temperatura del refrigerador entre 3 y 5 grados Celsius y la del congelador a -18 grados Celsius, ya que temperaturas más bajas son innecesarias y aumentan el consumo de energía.
Minimizar la apertura de la puerta es clave, por lo que planificar las visitas al refrigerador evitará que el aire frío se escape y el electrodoméstico tenga que trabajar más para volver a enfriar. En ese sentido, también es relevante asegurar el sello de las puertas. Se debe revisar que las gomas estén en buen estado para evitar que el aire frío se escape.
Otro consejo de la experta de Midea es evitar la sobrecarga del refrigerador, ya que, aunque puede parecer que ayuda a mantener el frío, esto dificulta la circulación del aire y reduce la eficiencia del mismo.
La organización y limpieza regular son igualmente importantes. Se recomienda organizar los alimentos para facilitar el acceso y evitar abrir la puerta con frecuencia. Almacenarlos en recipientes herméticos también ayuda a mantener una temperatura interna más constante, evitando la entrada de humedad y aire caliente cada vez que se abre la puerta.
Otro tip es descongelar el refrigerador regularmente si no cuenta con un sistema automático, porque la acumulación de hielo disminuye la eficiencia.
Por último, es recomendable optar por modelos con buena calificación energética, preferiblemente “A”. Aunque la inversión inicial pueda ser mayor, el ahorro en la factura eléctrica a largo plazo lo justificará.