El uso de la IA para el procesamiento de reclamos, sobreutilización de procedimientos o medicamentos, e incluso detección de fraudes en los planes de salud podrá ahorrarle al sistema de atención médica más de un billón de dólares en pérdidas e ineficiencias al año, según un informe de Globant. Las aplicaciones de IA, como los algoritmos de aprendizaje automático y de análisis predictivo, ofrecen información que permite la detección temprana de enfermedades, planes de tratamiento personalizados y mejores resultados clínicos. Además, la automatización impulsada por IA agiliza las tareas administrativas, reduciendo la carga de trabajo y minimizando los errores.
Las herramientas de diagnóstico por imágenes impulsadas por IA, además, mejoran la precisión y la velocidad del diagnóstico, lo que conduce a decisiones de tratamiento más rápidas y mejores resultados para los pacientes. De hecho, el uso de la inteligencia artificial puede mejorar la eficiencia operativa en los quirófanos de un 39% a un 93%, salvaguardando la seguridad del paciente y preservando la reputación institucional de las clínicas y hospitales.
“La inteligencia artificial (IA) tiene un don para reescribir el manual de estrategias, y la atención médica no es ajena a sus efectos innovadores. Está superando obstáculos como la gestión compleja de datos o las limitaciones de tiempo. Está revolucionando la facturación, las operaciones y la seguridad del paciente, elevando el nivel de calidad y accesibilidad. Y hay más por venir”, explica el Dr. Lucas Najún Dubos, Partner del Healthcare & Life Sciences Studio en Globant.
Los beneficios son indudables. Sin embargo, como suele ser el caso para tecnologías así de disruptivas, muchas creencias impiden la adopción de IA y se entrometen en el camino hacia su implementación. En su último informe, expertos de Globant, empresa nativa digital enfocada en reinventar negocios a través de soluciones tecnológicas innovadoras, proponen formas de abordarlos y resolver este enredo.
Potenciar la empatía y la calidez humana
La atención médica es profundamente personal: la empatía y la calidez humana son esenciales para cuando uno está en el lugar de paciente y quiere sentirse seguro y comprendido por los profesionales que lo atienden. La IA no está aquí para robar eso, sino para potenciarlo. Podemos pensar en la IA como un compañero que ayuda a los médicos a mejorar su juego de atención personalizada, encargándose de las tareas rutinarias y habilitando tiempo para centrarse en lo que realmente importa.
Una nueva gestión de datos armoniosa y centralizada
El 62 % de las organizaciones de atención médica considera que los silos de datos son un obstáculo para el despegue de la IA. Cada día, la industria de la salud genera 2,5 trillones de bytes de datos: textos en registros médicos electrónicos, imágenes en radiografías, grabaciones de audio, archivos de video y datos de dispositivos portátiles. Datos atascados en diferentes sistemas y almacenados en diferentes formatos. Para abordar este complejo panorama, la IA puede utilizarse para construir una solución integral con una plataforma de datos centralizada, capaz de armonizar fuentes dispares y optimizar la comunicación entre sistemas a través de APIs.
Seguridad bajo siete llaves
El tema regulatorio es otro posible obstáculo. Las reglas de la IA están cambiando más rápido de lo que las regulaciones alcanzan a abordar: las pautas de HIPAA, GDPR y FDA/EMA pueden asustar con sus grandes multas por incumplimiento que no permiten el lujo de cometer un desliz. El costo promedio de una filtración de datos de atención médica es de casi USD 11 millones, según el Informe de costo de una filtración de datos de IBM de 2023. La IA, no obstante, está diseñada para resistir a estos golpes, adaptándose rápidamente a los nuevos requisitos regulatorios con cifrados de primera categoría y monitoreo las 24 hs, potenciando la seguridad de los datos y la privacidad del paciente.
“El cambio es difícil: la atención sanitaria es una industria muy regulada y reacia al riesgo, y nunca hay que dejar de lado la seguridad del paciente en lo que se hace, lo que a menudo genera reticencias a adoptar nuevas tecnologías como la IA. Una gestión eficaz del cambio es crucial para abordar estas preocupaciones y facilitar una transición más fluida hacia la adopción de la IA en el sector sanitario, abriendo infinitas puertas y posibilidades”, agrega Najún Dubos.
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