La Universidad Católica del Maule (UCM) ha lanzado recientemente una ambiciosa iniciativa de investigación que, gracias al apoyo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) vía Fondecyt, buscará controlar la calidad de la lista de espera quirúrgica no GES en el sistema de salud público chileno, mediante el control de los niveles de vulnerabilidad y riesgo de los pacientes en espera. El proyecto, encabezado por el Dr. Fabián Silva-Aravena, investigador principal, y quien pertenece a la Escuela de Contador Público y Auditor del plantel, menciona que el equipo centrará su labor en el desarrollo de una metodología innovadora para gestionar de manera más eficiente las listas de espera quirúrgicas no GES (Garantías Explícitas en Salud).
Al respecto, el doctor Silva-Aravena explicó que “Los altos volúmenes de listas de espera en el servicio público es un problema que afecta a muchos pacientes, tanto en Chile como en el mundo. A pesar de los esfuerzos realizados por diversos gobiernos para mejorar los procesos sanitarios, la creciente demanda asistencial, cada vez más compleja y acentuada por el COVID-19, hace imposible brindar atención oportuna a todos los pacientes”, afirmó.
El proyecto de la UCM consiste en construir, en colaboración con un equipo clínico piloto (ECP), un protocolo automatizado que permita controlar la vulnerabilidad y riesgo de los pacientes en espera quirúrgica no GES. Este protocolo se basará en variables biopsicosociales y el juicio experto del equipo de salud, con el fin de crear un sistema de priorización más equitativo y efectivo.
Beneficios para Pacientes y Personal Médico
El proyecto, dividido en tres etapas principales, tiene como objetivos durante el primer año desarrollar un modelo de priorización de pacientes que considere factores clínicos, sociales y psicológicos, además del tiempo de espera y la disponibilidad de recursos hospitalarios. Al segundo año compromete generar una metodología basada en datos utilizando herramientas de aprendizaje automático y algoritmos de optimización matemática para monitorear la evolución de los pacientes en espera. Finalmente, en su tercer año de ejecución, propondrá políticas y protocolos de gestión que permitirán una selección automatizada de los pacientes priorizados, controlando así la lista de espera quirúrgica.
“Desde el punto de vista de los pacientes, buscamos controlar la vulnerabilidad de los pacientes que permanecer en la lista de espera, proporcionando información clara y estimaciones de fechas de posible cirugía a los pacientes, favoreciendo la toma de decisiones y para beneficio de los pacientes. Esto debería permitir que los pacientes puedan ser sometidos a cirugía en el momento oportuno, de acuerdo a sus necesidades clínicas, lo que conllevaría a una mejor recuperación post quirúrgica y a retornar a sus actividades cotidianas sin efectos negativos adicionales en su salud”, destacó el investigador principal sobre los variados beneficios que se esperan generar.
Por otro lado, para el personal médico y administrativo del centro asistencial, el proyecto proporcionará una herramienta de gestión clínica para las listas de espera quirúrgica no GES, ayudando en la formación de nuevos médicos en aspectos de gestión, y en la asignación de recursos prequirúrgicos de la misma lista de espera de cirugías. “Se espera optimizar la planificación de cirugías y horas médicas, disminuyendo las suspensiones quirúrgicas por conceptos de una inadecuada planificación”, agregó.
Colaboración con el Hospital
El Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA) ha sido elegido como el centro piloto para implementar esta metodología innovadora. “El HCSBA representa un centro asistencial de alta complejidad en Chile y con el cual tenemos relaciones estrechas. Agradecemos el apoyo y compromiso del hospital para llevar a cabo este proyecto”, afirmó el investigador UCM.
El éxito del sistema de gestión que se propone se medirá comparando el nivel de priorización y la vulnerabilidad de los pacientes en espera antes y después de la implementación de la metodología. “Los resultados obtenidos podrían sentar las bases para una futura escalabilidad a nivel regional y nacional, ofreciendo una solución efectiva para uno de los mayores desafíos del sistema de salud chileno”, sostuvo el doctor Silva-Aravena.