La actual administración del Gobierno Regional, encabezada por la Gobernadora, Cristina Bravo Castro, ha mantenido estrecha colaboración con el Instituto de Desarrollo Agropecuario, comandado por su director regional, Jorge Céspedes, buscando fortalecer y brindar apoyo a la agricultura familiar campesina, tan afectada por los incendios forestales, las sequías y las inundaciones vividas en los últimos años, a las que se suman plagas en Berries y Frutillas.
Tomando en cuenta el difícil momento que atraviesan los pequeños y medianos agricultores de la región, se dispusieron 13 programas para usuarios INDAP, repartidos por productos: Seis programas para los agricultores del rubro del maíz en 21 comunas, cuatro para el incentivo y rehabilitación de los Berries (Arándanos y Moras), uno para Frutillas en las comunas de Chanco y Pelluhue, otro sobre reconversión y diversificación a nivel regional y el último programa para fortalecer el turismo. En total son 3.113 los beneficiados directos.
Respecto a esta política conjunta, Cristina Bravo Castro, Gobernadora Regional señaló que, “en la región del Maule uno de los principales rubros productivos es la agricultura familiar campesina y es por eso, que a nosotros nos interesa tanto que nuestros agricultores tengan las condiciones necesarias para trabajar en el campo y hemos financiado también programas que permitan que ellos tengan mejores condiciones en el riego”.
El director regional de INDAP, Jorge Céspedes, valoró el trabajo en conjunto llevado adelante con el Gobierno Regional, “nosotros tenemos el mandato de la Gobernadora Regional, de poder buscar soluciones”, añadiendo que, “tenemos del orden de 21 programas, del orden de 21 mil millones de pesos, que hemos ido ejecutando. No solamente como dije por situaciones coyunturales, sino también programas que nos permiten planificar, como el mismo programa de integración de riego que lo que busca es generar soluciones al interior de los predios”.
“La estrategia del Gobierno Regional, hacia el 2030, lo que apunta efectivamente, es al desarrollo de una agricultura mucho más inclusiva, apuntando hacia la pequeña agricultura familiar campesina, pero por sobre todo sostenible y verde, que es lo más importante que hemos podido agregar en este último tiempo”, concluyó Céspedes.