Ante las fuertes lluvias pronosticadas para nuestro país, y frente a la posibilidad de realizar evacuación preventiva de algunas localidades o viviendas por riesgo de desborde de ríos, inundación o aluviones, Nicolás Escobar, Director de Carrera de Medina Veterinaria de UDLA Sede Viña del Mar, recuerda la relevancia de resguardar a mascotas y animales de granja, entregando las siguientes recomendaciones para efectuar el traslado promoviendo su bienestar:
Durante una emergencia los animales también pueden manifestar miedo, confusión y estrés, por lo que es ideal que el dueño o una persona cercana les brinden tranquilidad, confianza y contención.
Al momento de evacuar a perros y gatos, es recomendable hacerlo en sus respectivas cajas de transporte cubriéndolas con una manta para evitar un mayor estrés. Si no se cuenta con los recursos anteriores, se puede utilizar una manta o toalla para envolver a la mascota, dejando las patitas en su interior para inmovilizarla y la cabeza despejada para que pueda respirar correctamente. Se debe sujetar con suavidad durante el traslado.
En el caso de animales que presenten mucho estrés y reaccionen violentamente, es recomendable utilizar un bozal.
Al evacuar, preparar una mochila con alimentos y agua embotellada para la hidratación de la mascota. Si está en tratamiento veterinario, no olvidar llevar los medicamentos y, si es posible, documentos como el carnet veterinario y la licencia del Registro Nacional de Mascotas.
Algunos otros implementos que se pueden considerar durante la evacuación son juguetes, camas, mantas o frazadas, recipientes para agua y comida, bolsas para las deposiciones y cajas de arena. Estos elementos ayudarán a que las mascotas se habitúen a espacios transitorios.
En el caso de animales mayores, si no es posible evacuar junto a ellos trasladándolos en un vehículo o camión, es recomendable soltarlos para que puedan buscar su propia seguridad.
En casos de hipotermia, se debe secar al animal, abrigarlo y proporcionarle tratamiento térmico con lámparas especiales u otra fuente de calor. Si no se logra su estabilización, debe consultar a un médico veterinario.
Las mascotas son más susceptibles al frío y a la humedad, por lo que hay que estar atentos a síntomas respiratorios y signos clínicos como temblores, resequedad de nariz, tos, entre otros. En caso de presentar alguno de estos signos, se debe recurrir de urgencia al médico veterinario.
Si se encuentra animales heridos o en peligro, comunicarse de inmediato con los servicios de rescate o con un médico veterinario para brindarles la ayuda necesaria.