Durante los meses más fríos del año, los cuadros respiratorios alcanzan su punto máximo, por lo que especialmente las personas que padecen enfermedades crónicas deben extremar los cuidados para evitar complicaciones de salud.
Una de estas patologías es el asma, la que según explica Pamela Navarro, académica de la carrera de Técnico de Nivel Superior en Enfermería de UDLA Sede Viña del Mar, afecta a las vías respiratorias, causando inflamación y aumento de las secreciones, pudiendo también presentar síntomas de distinta gravedad como, tos, sensación de ahogo, falta de aire, ruidos respiratorios, entre otros.
“Estos signos pueden verse aumentados y agravados principalmente cuando no hay control de la enfermedad, un tratamiento farmacológico permanente o no se toman las medidas adecuadas en la cotidianidad, pudiendo causar una descompensación del cuadro con distintas consecuencias para quienes sufren de esta afección”, dice la académica, quien entrega algunas recomendaciones que pueden ser de gran utilidad para evitar complicaciones en la temporada invernal, debido a que las personas asmáticas son propensas a presentar síntomas de mayor intensidad al momento de contraer otras enfermedades, como la influenza.
Lavarse las manos con agua y jabón al llegar a casa, lugar de trabajo, antes de tener contacto con familiares o de comer. Estas son un medio de transporte de diversidad infecciones que pueden ser transmitidas al tocar elementos contaminados como los teléfonos, pasamanos, entre otros.
Ventilar los hogares al menos por 30 minutos al día, a pesar de las bajas temperaturas, ya que los virus pueden permanecer dentro de las casas si no hay circulación de aire, principalmente cuando otros integrantes de la familia están enfermos.
Mantener controles médicos al día y seguir el tratamiento indicado. Es importante acudir a todas citas médicas, ya que puede requerir un cambio de dosis o de medicamento para un adecuado tratamiento de la enfermedad.
Vacunarse contra la influenza y Covid-19. Las inmunizaciones, aunque no impiden un posible contagio, permiten evitar situaciones de salud graves en caso de contraerlas.
Evitar el consumo de tabaco u otras sustancias nocivas en el hogar o cerca de otras personas que sufren asma, niños, embarazadas o personas mayores, ya que el humo promueve la inflamación de las vías aéreas.
Evitar calefacción por parafina o bracero, pues liberan sustancias que se mantienen en el aire e irritan la vía aérea, generando además aumento de secreciones. Esto, sumado a la ventilación insuficiente, genera acumulación de gases tóxicos.
Llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio de manera periódica. Ambas promueven el fortalecimiento del sistema inmunológico, previniendo la afección de otras enfermedades. Junto con ello, el deporte mejora la capacidad y calidad del sistema respiratorio.