En el ámbito externo, la inflación mundial ha seguido disminuyendo, aunque a un ritmo más moderado debido a la elevada persistencia de los componentes de servicios. En Estados Unidos esto se condice con una economía que continúa resiliente, respaldada principalmente por la solidez del consumo de servicios y del mercado laboral. En el resto del mundo, la actividad económica y sus perspectivas se mantienen acotadas, más allá de algunas señales de repunte a principios de este año.
En este escenario, las dudas en torno al inicio de los recortes de tasas por parte de la Reserva Federal siguen siendo unos de los principales factores detrás de los movimientos de los mercados financieros globales. En comparación con la Reunión de abril, las tasas de interés de largo plazo y las bolsas aumentaron de forma moderada en varias economías. El dólar global, aunque con vaivenes, se encuentra en niveles similares. En cuanto a las materias primas, destaca el importante incremento del precio del cobre BML, ubicándose en torno a US$4,9 la libra (+21% desde la Reunión de abril). El precio del barril de petróleo (promedio WTI-Brent) cotiza alrededor de US$81 (-6% desde la Reunión de abril).
En el mercado financiero chileno tanto las tasas de interés de largo plazo como la bolsa han mostrado movimientos acordes con los de sus pares externos. El peso, en cambio, ha mostrado una apreciación mayor a la de otras monedas comparables, de la mano del mencionado incremento en el precio del cobre. El crédito sigue exhibiendo tasas de variación anual acotadas, en línea con la evolución del ciclo macroeconómico. Las tasas de interés de las colocaciones a plazos más cortos han continuado reflejando la transmisión de las bajas de la TPM. Las hipotecarias, más vinculadas a las tasas de largo plazo, siguen altas. La morosidad ha crecido en todas las carteras.
Las Cuentas Nacionales del primer trimestre muestran que, en líneas generales, la economía ha evolucionado acorde con lo proyectado en el IPoM de marzo. En términos anuales, el PIB aumentó 2,3%. Descontada la estacionalidad, creció 1,9% respecto del trimestre previo, resultado en el que incidieron positivamente la mayoría de los sectores, destacando la minería, el comercio y algunas actividades de servicios. Por el lado de la demanda, destacó que el consumo volvió a aumentar trimestre a trimestre. La formación bruta de capital fijo detuvo la caída de fines del año pasado, registrando una variación casi nula en el trimestre. El mercado laboral mantiene coherencia con la trayectoria del ciclo, con una creación de empleo positiva y una tasa de desempleo que se ubicó en 8,7% en el trimestre móvil terminado en marzo. Las expectativas de empresas y hogares se mantienen en niveles pesimistas, más allá de que en el margen mostraron cambios en direcciones opuestas.
La inflación acumulada en marzo y abril estuvo en línea con lo previsto en el último IPoM. De este modo, la variación anual del IPC —serie referencial empalmada— se ubica en 3,5% tanto para la inflación total como subyacente —IPC sin volátiles—. En cuanto a las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se encuentran en 3%.
El Consejo prevé que, en línea con el escenario central del IPoM de marzo, la TPM seguirá reduciéndose. La magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación. El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años.
La Minuta correspondiente a esta Reunión de Política Monetaria se publicará a las 8:30 horas del viernes 7 de junio de 2024. La próxima Reunión de Política Monetaria se efectuará el martes 18 de junio de 2024. El Comunicado respectivo será publicado a partir de las 18 horas de ese dia.