En el último mes, el 10.4% de los estudiantes universitarios del Maule ha tenido la intención de quitarte la vida. Si solo esa cifra le parece preocupante continúe leyendo para conocer el panorama de la salud mental de esta población.
El 35,7% de las mujeres presentan antecedentes personales de enfermedades de salud mental; y el 47% se ha lesionado alguna vez. A ello se suma el hecho de que el 56% de las universitarias viven en un contexto familiar de violencia y el 50% presentan sintomatología depresiva de moderada a grave.
Estos son solo algunos datos preliminares del primer estudio de salud mental en población universitaria desarrollado en el Maule. Es liderado por Pablo Méndez, académico del Departamento de Psicología de la Universidad Católica del Maule (UCM). La investigación tiene ancla en el proyecto denominado “Mental Maule”, iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional del Maule (FIC-R).
A través de Mental Maule, hasta la fecha, ha evaluado y monitoreado la salud mental de 2 mil 500 estudiantes universitarios. A final de 2024, espera llegar a una muestra de 10 mil personas, lo que lo convertiría en el segundo estudio más grande del país sobre la temática en esta población. Si bien, las cifras preliminares más graves se presentan en las mujeres, en general, la situación sigue siendo compleja.
“Estamos muy preocupados porque, en general, más del 40% de los universitarios está viviendo en contextos familiares de violencia; más del 40% de los estudiantes universitarios presentan sintomatología depresiva de moderada a grave. Tienen problemas con el consumo de drogas y también presentan importantes antecedentes de salud mental, el 17% de los estudiantes ha realizado un intento de suicidio durante su vida y también hay antecedentes sobre autolesiones no suicidas importantes en esta en esta población”, explicó el académico Pablo Mendez.
Los datos son el resultado del monitoreo a través de la plataforma digital MentalMaule. “Es un ecosistema digital que hemos creado para poder evaluar y monitorear la salud mental de las personas. Utiliza, en parte, inteligencia artificial sobre todo en el ámbito de la clasificación del nivel de riesgo de las personas. Los usuarios responden a preguntas a través de una aplicación, las respuestas son procesadas por el algoritmo y clasificadas en cinco niveles de riesgo, siendo el nivel cinco el de mayor riesgo”, indicó Mendez.
De acuerdo con ello, a nivel general, el 4,2% de los universitarios se encuentran clasificados en el Grado V y el 20,2% en el Grado III. Esas cifras se incrementan cuando se observa únicamente a las mujeres: 4,7% se encuentra en Grado V y el 22,3% en el Grado II.
Según explicó el investigador, “el factor que más influye en esa clasificación, es el riesgo suicida. Nosotros igual evaluamos depresión, ansiedad, acoso, violencia y otras dimensiones propias asociadas a la salud mental y, entre ellas, obviamente también se encuentra el riesgo suicida”.