Recientemente se conmemoró el Día del Terapeuta Ocupacional, profesión del ámbito de la salud que busca promover, mantener y restaurar la independencia funcional en las habilidades cotidianas del ser humano.
Al respecto, las personas mayores pueden enfrentar situaciones complejas que afecten la realización de actividades, especialmente en el hogar.
“El proceso de envejecimiento considera cambios fisiológicos que impactan en la salud de las personas mayores, tales como disminución de la fuerza o alteraciones de la marcha y equilibrio que pueden repercutir en las actividades de la vida diaria”, comentó Carmen Muñoz, enfermera, integrante del Centro Interuniversitario de Envejecimiento Saludable (CIES) y académica de la Universidad del Bío Bío.
Por ello, un aspecto fundamental, en el caso que sea necesario, es reestructurar o mejorar los espacios que signifiquen un problema para el adulto o adulta mayor, más si tiene algún problema de salud.
“Las personas mayores pueden requerir modificaciones en su hogar en situaciones de movilidad reducida debido a condiciones como artritis, osteoporosis, accidentes cerebrovasculares, deterioro cognitivo, disminución de la visión, problemas de equilibrio, entre otros inconvenientes”, comentó Mónica Jorquera, enfermera, integrante del CIES y académica de la U. de Antofagasta.
Los cambios y ajustes, aunque sean menores, permitirán más seguridad para las personas, entre otros beneficios.
“Adaptar los hogares, ayuda a mantener la funcionalidad, seguridad y bienestar a medida que las personas envejecen, permitiendo de esta manera vivir de manera independiente y digna”, comentó Boris Vera, enfermero, integrante del CIES y académico de la U. de Talca.
¿Qué hacer?
Según la Atención Integrada para Personas Mayores (ICOPE), impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es importante mejorar la calidad de vida de las personas mayores, optimizar sus capacidades intrínsecas y funcionales, aun cuándo el envejecimiento las reduce gradualmente, también prevenir la dependencia.
En este sentido las familias pueden colaborar en la identificación de las necesidades del adulto o adulta mayor en el hogar, brindar apoyo emocional y facilitar la implementación de las modificaciones necesarias. Los profesionales de la salud también pueden realizar diagnósticos especializados.
“Evaluar la seguridad de acceso a espacios recurridos como el baño, ya que es un lugar de alto riesgo de caídas, accesibilidad en la cocina, observar si la iluminación es adecuada, que los objetos de mayor uso sean de fácil acceso”, comentó Vera.
En la misma línea, Jorquera agregó “la instalación de pasamanos, rampas para sillas de ruedas, en el baño; barras de apoyo, no usar tina, evitar las alfombras para evitar caídas, iluminación adecuada y adaptación de muebles para garantizar un entorno seguro y funcional, entre otras recomendaciones”.