Señor director:
Recientemente se ha alertado sobre el incremento de autofraudes con tarjetas de crédito y prepago, un delito que además de preocupar a la industria Fintech también inquieta a la banca y al retail financiero, donde según los datos publicados por un medio de alcance nacional, las estimaciones de estos sectores proyectan pérdidas que llegan hasta los US$350 millones.
Por su parte, cabe recordar que la vía judicial no se presenta como un mecanismo razonable que permita solucionar satisfactoriamente el problema, ya que la legislación vigente invierte la carga probatoria, dejando en una difícil posición a los bancos e instituciones financieras al discutir ante los Juzgados de Policía Local aquellos montos no reconocidos por el titular o usuario.
Por otro lado, es cierto que la vía penal, poco explotada, presenta dificultades en lo que respecta a los medios de prueba para acreditar el delito. No obstante ello, es posible conseguir resultados. Con todo, queda en evidencia una notable debilidad en la ley actual, la que podría estar incentivando este tipo de fraudes.
Probablemente apostar por la vía penal, concentrando los esfuerzos en la identificación de patrones de comportamiento- combinando herramientas tecnológicas y experiencia- permita generar medios de prueba que incidan en la tasa de éxito penal, porque de lo contrario, el aumento de este tipo de fraude podría seguir al alza.
Eduardo Hernández
Gerente Legal & Compliance ALTO Chile