La salud mental es uno de los principales riesgos también en vacaciones, como lo evidenció el registro del año pasado del Instituto de Seguridad Laboral (ISL), y entre los hechos que se constatan como factores que afectan en este sentido en el período estival está lo que se conoce como “Doble Presencia”.
Esta se presenta cuando una o un trabajador desempeña sus funciones remuneradas y, en paralelo, lleva las tareas del hogar.
Se trata de un riesgo sicosocial que afecta mayoritariamente a las mujeres, debido a la feminización de los cuidados, pero que también sufren los hombres.
Este problema aparece en aquellas situaciones donde “una persona necesita resolver simultáneamente problemas de tipo doméstico y laboral. El exceso de trabajo, la falta de descanso y la dificultad para responder paralelamente a distintos requerimientos, disminuye el nivel de atención para cada tarea”, explicó la experta sicosocial del ISL, María Soledad Elizalde.
Lo anterior puede provocar que las personas “se saturen y generen malestar físico y psicológico”, esto debido, en gran parte, a la dificultad que supone estar mental y físicamente gestionando de forma simultánea ambas tareas, lo cual puede generar sintomatología de estrés y fatiga, según afirma la experta del ISL.
¿Cómo impacta en el período de vacaciones escolares?
El periodo de descanso de los escolares puede implicar en la familia “un importante desafío de conciliación y articulación de las redes comunitarias y sociales de las personas que trabajan, cuando estas redes existen”, para sentir apoyo en cuidados y entretenimiento, afirma María Soledad Elizalde.
Para enfrentar este tipo de situaciones, la psicóloga del ISL recomienda considerar experiencias que ofrecen tanto empresas privadas como públicas, que tienen relación con espacios de cuidado de los niños, tales como campamentos o escuelas de verano.
Sin embargo, frente a la inexistencia de estas instancias de cuidado a nivel de la vida social de la persona o de la organización, hay algunas gestiones personales que podrían ayudar a sobrellevar el período de mejor forma:
– Se recomienda que las madres y padres que trabajan fijen expectativas razonables y que compartan la carga con otros padres de la familia extendida o amigos.
– Es importante generar una agenda de actividades motivante para que los niños utilicen la imaginación, se diviertan y descansen de la rutina escolar, y así evitar que estén todo el día acostados viendo televisión o con videojuegos.
– En el caso que los dos padres trabajen y dejen a las y los menores al cuidado de otra persona, pueden dejarle los materiales en la mañana para que realicen la actividad cuando ellos deseen, en el día.
– Lo ideal es que las y los trabajadores no continúen con su ritmo cotidiano y que puedan generar actividades luego de la jornada laboral, donde se involucre a las y los niños y actividades donde deba utilizar su imaginación.
Y ¿cómo impacta en las vacaciones propias?
Para el ISL el riesgo que implica la doble presencia es uno de los grandes desafíos en la entrega de prestaciones médicas preventivas.
Es un hecho que, durante las vacaciones, es habitual que la madre continúe con las labores domésticas y familiares. Es ella quien toma la responsabilidad de la alimentación, higiene, organización de las actividades de las y los hijos, entre otras tareas domésticas que afectan también a quienes tienen personas a su cargo. E incluso, deben asumir la mayor parte de la carga de trabajo durante todo el día y no solo antes y después de la jornada laboral.
Las vacaciones deben ser un tiempo de desconexión y descanso para todos. Por esto, es de suma relevancia que, en la medida que puedan, las tareas y responsabilidades domésticas y de cuidado deben ser distribuidas entre los miembros de la familia en función de sus edades, habilidades e intereses.
La experta sicosocial del ISL destaca que se deben retomar espacios de cuidado personal que nos permitan disminuir el estrés, salir de la rutina y poder disfrutar del tiempo libre. “Las vacaciones son una ayuda para recuperarse del trabajo, tanto física como psicológicamente y de cómo actúan como mediadores del estrés laboral, reduciendo y previniendo la acumulación de fatiga y estrés que luego deriva en el deterioro de la salud.
Para contribuir a disminuir las posibles consecuencias que la doble presencia pueda generar, desde el ISL recomiendan:
– Hacer un cambio total, ya que si durante el año laboral ha estado expuesto a situaciones que le generan estrés elevando los niveles de cortisol, lo que necesita en vacaciones son los neuroquímicos que lo benefician en su salud mental y física, es decir, la serotonina, la dopamina, las endorfinas. Estos neurotransmisores son favorecidos por la actividad física, el contacto con la naturaleza y con otros.
– Tener momentos de esparcimiento, de realizar actividades no habituales, como caminatas, cicletadas, etc.
Todo ello ayudará a desconectarse y descansar para recuperarse del desgaste laboral acumulado durante el año, siempre y cuando haya una eficiente distribución de tareas en la familia.