Actualmente, el sistema superior de educación en Chile cuenta con más de 1.340.000 estudiantes, perteneciendo el 41,5% de ellos a Institutos Profesionales o Centros de Formación Técnica (CFT). En el último año, ambas entidades presentaron un aumento considerable en el número de estudiantes matriculados, con un 5,5% y 3,8% respectivamente, según el último informe del Servicio de Información de Educación Superior (SIES), de la Subsecretaría de Educación Superior.
En este contexto, el programa Futuro Técnico del Mineduc, está contribuyendo a mejorar la calidad y pertinencia de la Educación Media Técnico-Profesional (EMPT). En las regiones de O’Higgins y Maule, y bajo el liderazgo de AHK Chile por tres años consecutivos, la implementación del programa se traduce desde el 2021 en potentes redes de colaboración y de trabajo entre establecimientos y entidades educacionales, instituciones regionales públicas y privadas, y empresas comprometidas con incrementar los aprendizajes en la EMPT.
Los ámbitos de acción engloban: primero, la vinculación con el sector productivo para constituir nodos regionales que den lugar a instancias de trabajo colaborativo para la generación de experiencias de alternancia y cupos de práctica para alumnos de cuarto medio. Segundo, apoyar los acuerdos con instituciones de educación superior y generar alianzas locales; y, en tercer lugar, la formación pedagógica y disciplinar del cuerpo docente.
AHK Chile, en su rol de institución gestora del programa y entidad responsable de llevar a cabo las líneas de acción propuestas en la zona centro-sur, está trabajando con una mirada estratégica y sistémica en dicho territorio. Con una cobertura de 113 establecimientos, este año 450 jóvenes se han formado en un modelo de alternancia gracias a la colaboración con una veintena de empresas privadas, mientras que más de un millar de docentes fueron capacitados en el marco de esta iniciativa en las regiones de O’Higgins y Maule.
Hernán Moreno, asesor de AHK Chile y coordinador pedagógico de la red Futuro Técnico, subrayando la importancia del acceso a una formación integral, explica que “con el fin de seguir fortaleciendo el camino profesional de las y los estudiantes, este año tuvimos el foco puesto en el desarrollo humano. Pues, antes de ser excelentes técnicos, se espera que los estudiantes sean personas que aporten en su entorno”.
Otro de los elementos de valor de este programa es el enfoque de género. Si bien en Chile las cifras revelan que la Educación Técnico Profesional está relativamente balanceada entre hombres y mujeres, aún existen programas de estudio segregados por género al asociarse a campos ocupacionales específicos donde prevalecen roles tradicionales. Por ejemplo, la matrícula femenina en sectores de la ETP media y superior vinculados a áreas STEM (Science, Technology, Engineering, and Math), es de 17.7% y 11.2% respectivamente, según cifras de la SIES.
“Hoy más que nunca, la diversidad es una ventaja no solo comparativa, sino que competitiva, por lo que es esencial potenciar una educación técnico profesional con un enfoque de género. Al corregir estereotipos y promover la participación de mujeres en campos tradicionalmente dominados por hombres y viceversa, se contribuye a la diversificación de las futuras generaciones de talento y a la reducción de las brechas de género en el ámbito laboral”, explica Lorena Olivares, gerente de Formación Dual y Capacitación de AHK Chile.