Los pronósticos climáticos para este verano no son alentadores para el confort y la habitabilidad de las viviendas de las familias chilenas: la actividad del fenómeno de El Niño prevé altas temperaturas y olas de calor con picos que en algunas jornadas podrían rondar los 40 grados en la zona central.
¿Cómo resistir en casa? Las soluciones constructivas sostenibles de Volcán, empresa chilena con más de cien años en el mercado, pueden ser una alternativa.
La primavera es siempre una época ideal para las renovaciones: a semanas del comienzo de la época estival, además, nos permite trabajar con seguridad y a tiempo para preparar el hogar ante las contingencias del clima. En este caso, las altas temperaturas. Todo esto con el objetivo de mantener espacios frescos y agradables para las personas y mascotas.
Una adecuada aislación térmica –la capacidad de un sistema constructivo para oponerse al paso del calor, actuando como barrera entre dos medios– puede mitigar la pérdida de confort térmico del hogar de forma significativa, manteniendo estable la temperatura al interior de la estructura.
En Chile, la aislación térmica es regulada por por la ordenanza general de urbanismo construcciones), que establece la resistencia mínima que deben tener los materiales de construcción, según la zona en donde se ubiquen las viviendas. “Las viviendas están expuestas a las inclemencias del tiempo, una situación que se acentúa en invierno o verano, pues el frío y el calor hacen de las suyas, afectando el confort al interior de las estructuras”, señalan desde Volcán.
Un hogar habitable
El aislamiento térmico permite regular adecuadamente la temperatura en un espacio, lo que deriva en una menor necesidad de calefacción o refrigeración. Tres son sus principales beneficios: lograr un uso más eficiente en términos de costos, asegurar la habitabilidad de los espacios y reducir el impacto ambiental y la contaminación asociada a los dispositivos de climatización.
Para que un ambiente resulte agradable, la temperatura debe mantenerse entre los 18 y 20 grados, y la humedad, entre un 40 y 60 por ciento.
Esto se puede lograr a través del uso eficiente de elementos que componen la envolvente de la estructura, tales como muros perimetrales, techumbre, pisos ventilados y ventanas. Materiales como la lana de vidrio Aislanglass o la lana mineral Aislan, que otorgan aislamiento de techumbre, pisos ventilados y muros perimetrales, tienen un alto desempeño en este aspecto.
Y es que los materiales de mayor resistencia térmica ralentizan el proceso de pérdida de calor que se genera en un espacio interior; mientras que los materiales ligeros o sin aislantes, facilitan la fuga del calor hacia el exterior (o el ingreso del mismo en el sentido contrario). A nivel de interiores, existen soluciones como el Volcapol, una volcanita con poliestireno expandido que es ideal para revestimiento de muros de hormigón y albañilería, entre otros.
Las soluciones constructivas para la aislación térmica de Volcán destacan por la versatilidad de uso y sustentabilidad. No son corrosivos ni favorecen la combustión ante eventuales incendios. Son además resistentes al fuego, inalterables. suaves al tacto y de fácil instalación. Resisten fuertes vibraciones y entregan una sólida absorción de sonidos, por lo que también actúan como un aislante acústico.