Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Psoriasis, con el objetivo de crear conciencia sobre esta afección cutánea. Aunque no están claras sus causas, muchos profesionales médicos lo atribuyen al estrés o infecciones, y entre los síntomas más frecuentes se encuentran irritación, sarpullido y escamas plateadas en la piel.
Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la piel de origen inmunológico, que se caracteriza por la aparición de lesiones rojizas escamosas, preferentemente en rodillas, codos, tronco y cuero cabelludo. Si bien no es contagiosa ni hereditaria, existe predisposición genética en las personas que la padecen, y suelen estar involucrados además otros factores desencadenantes, con infecciones, quemaduras y determinados medicamentos.
La psoriasis es crónica y no tiene cura. Puede presentarse a través de brotes que duran algunas semanas o meses y luego se reducen. Puede ser incluso dolorosa, interferir en el sueño y dificultar la concentración.
“Cuando una persona comienza a ver signos y síntomas como erupciones irregulares, desde escamas similares a la caspa hasta erupciones importantes en gran parte del cuerpo, que varían en color y que van desde violáceos a tonos rosados o rojizos, según el tipo de piel, debe consultar a un médico. Además, puede presentarse piel agrietada y seca, picazón, ardor o irritación”, señala Ignacio Murillo, gerente médico de Janssen, grupo de compañías farmacéuticas de Johnson & Johnson.
Existen tratamientos para ayudar a controlar los síntomas y la prevención de infecciones secundarias, que dependen de varios factores, como la gravedad de la enfermedad y la reacción de los pacientes. Estos pueden ir desde tratamientos tópicos, corticoides, fototerapia, tratamientos sistémicos en casos graves, como retinoides sistémicos o inmunosupresores, y terapias combinadas.
¿Qué es la artritis psoriásica?
Uno de los factores más complejos de no tratar la psoriasis, es que derive en una artritis psoriásica. “Cerca del 35% de las personas que padecen psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica, mientras que un 15% de las personas puede ser diagnosticada con artritis antes que psoriasis e, incluso entre un 5% y un 10% puede presentar ambas afecciones simultáneamente”, explica Ignacio Murillo.
“La artritis psoriásica es una enfermedad crónica, no contagiosa, que se manifiesta típicamente con inflamación de la piel y de las articulaciones. En algunas ocasiones también se puede asociar a inflamación en otras partes del cuerpo como los ojos o el intestino”, detalla el especialista.
Esta afección afecta a mujeres y hombres por igual y puede aparecer en cualquier momento de la vida, si bien es más frecuente que comience entre los 40 y 50 años particularmente en el caso de pacientes con antecedentes familiares. Actualmente, en Chile, afecta a más de 14 mil personas.
Principales síntomas de artritis psoriásica
Los síntomas más comunes de la artritis psoriásica son los siguientes:
· Dolor en las articulaciones estando en reposo, que mejora cuando se mueve la zona.
· Hinchazón de uno o varios dedos en manos y/o pies.
· Incapacidad para abrir y cerrar bien las manos al despertar.
· Sensación de rigidez en algunas articulaciones.
· Fiebre y cansancio.
· Enrojecimiento, dolor en los ojos e incluso disminución de la visión.
· Lesiones en las uñas en forma de pequeños hoyitos (en manos y pies).
Según el experto, entre un 25-30% de las personas con artritis psoriásica padece inflamación articular relativamente leve, pero hasta un 60% presenta un daño progresivo y deformante de la enfermedad. Por ello, el doctor hace un llamado a los pacientes a poner atención al desarrollo de su enfermedad y acudir a un especialista en reumatología si hay indicios de algunos síntomas, para adelantarse a cualquier complicación en el desarrollo de la enfermedad.
“El diagnóstico precoz de la artritis psoriásica es crucial, ya que un abordaje temprano puede alterar muy positivamente el curso de la enfermedad. La artritis psoriásica es una enfermedad crónica, pero cuanto antes se detecte y se prescriba un tratamiento, mayores probabilidades habrá de que se eviten daños articulares irreversibles y otras complicaciones”, enfatiza el especialista de Janssen.
Tratamientos de esta enfermedad
Si bien no existen tratamientos para eliminar definitivamente la psoriasis o la artritis psoriásica, sí hay opciones terapéuticas que contribuyen a tener una mejor calidad de vida. “Lo que se busca es restablecer el equilibrio del sistema inmunológico con tratamientos innovadores que frenen o bloqueen los aceleradores de la respuesta inmunológica. Estos han demostrado ser muy eficaces en pacientes sin tratamiento previo, pero también en aquellos que han fracasado en terapias biológicas, reduciendo la progresión del daño estructural irreversible, algo común en estos pacientes”, informa.
La psoriasis como la artritis psoriásica pueden tener un impacto importante en la calidad de vida del paciente, pudiendo llegar a ser motivo de discapacidad física, funcional o incapacidad laboral, por eso la meta es utilizar estos enfoques terapéuticos de modo simultáneo para obtener resultados aún mejores para los pacientes”, enfatiza el especialista.
Asimismo, para paliar los síntomas y controlar la enfermedad, es crucial mantener un estilo de vida sano que no solo evite que los síntomas empeoren, sino que ayude a prevenir comorbilidades de la enfermedad. “Hasta el 40% de los pacientes presentan tres o más comorbilidades, como afecciones cardiovasculares, obesidad y diabetes”, comenta.
Ley Ricarte Soto
La Ley N° 20.850, de junio de 2015, del Ministerio de Salud, creó un sistema de protección financiera para diagnósticos y tratamiento de 27 enfermedades de alto costo, tales como enfermedades oncológicas, inmunológicas y raras o poco frecuentes, como la artritis psoriásica. Por esto, quienes padezcan esta afección entre moderada a grave pueden recurrir a la ley, haciendo la solicitud a través del médico tratante.