La mayor aspiración o sueño para cualquier basquetbolista es insertarse en la práctica del baloncesto en los Estados Unidos, cuna del mejor básquetbol del mundo y con la NBA como la competencia de mayor envergadura.
Y en el caso del talquino, Diego Castillo Aldana, esta aspiración se está haciendo realidad, ya que con 16 años de edad se ganó una beca por un año para integrarse a la prestigiosa academia de básquetbol CFL con residencia en Orlando- Florida que está a cargo del coach Carlos Morales, quien lo seleccionó en un campus realizado hace algunos días en Santiago y con una alta participación de deportistas de distintos puntos del país.
Con 16 años de edad recién cumplidos, 1 metro 78 de estatura y estudiante de primer año de enseñanza media en el Colegio La Salle de Talca con promedio de notas 6.9, Diego Castillo ya prepara sus maletas cargadas de ilusión para viajar el 5 de septiembre a Estados Unidos.
El promisorio basquetbolista que desde el año 2017 estuvo ligado al club local Alianza y selecciones locales, señaló que “todo fue muy rápido, ya que viaje a Santiago y pude entrenar un día con el coach Galo Lara técnico de selecciones nacionales infantil y en ese momento me dijo que habría una jornada selectiva para optar a becas para la academia de Estados Unidos. Ahí participé y fui uno de los dos seleccionados. Estoy muy feliz, ansioso de vivir esta experiencia ya que el básquetbol ha sido la pasión de mi vida y desde muy chico estuve con una pelota de básquetbol motivado por mi mamá y mi hermano Joaquín y con todo el apoyo de mi papá”, sostuvo.
Agregó que “puedo jugar de 1, 2 o 3, pero seguramente seguiré potenciando mi juego como base, siendo mis potenciales en el juego la rapidez y el manejo de balón. El coach Carlos Morales me felicitó y le llamó la atención mi manejo con el balón. A nivel mundial soy admirador de jugadores de la talla de Lebron James de los Angeles Lakers y Kyrie Irving de los Dallas Mavericks en la NBA”.
Junto con asumir que va en busca de cumplir un sueño está confiado en que su madurez le permitirá sortear estar lejos de su familia. “La beca es por un año pero renovable y a eso aspiro y voy con la mentalidad de salir adelante y superar momentos de nostalgia que seguramente se van a producir. La academia tiene otros deportes y jugadores de todo el mundo, con cerca de cinco horas de entrenamiento diario y al mismo tiempo con continuidad en los estudios que están en sintonía con la academia. Yo llegaré a cursar el noveno grado y voy a vivir en una casa de deportistas con régimen de alimentación y tutores. Voy a compartir con un serbio, argentino y un puertorriqueño”, sostuvo Diego Castillo.
