Señor director:
De los múltiples “encuestólogos” que día a día nos alertan según el interés del que encarga el estudio, hay una respuesta que sin lugar a dudas es real: la enorme mayoría del país reclama por la urgencia para que nuestra infausta casta política logre acuerdos en las demandas más urgentes que la ciudadanía necesita, y bien sabemos todos cuales son.
Lastimosamente comprobamos que quienes tienen esa obligación de legislar siguen poniendo delante del interés de Chile sus propias ambiciones políticas y arriesgar el avance de este maravilloso país, admirado internacionalmente por su seriedad en lo económico e institucional y con perspectivas envidiables de desarrollo gracias a su enorme potencial de sus riquezas naturales.
Las diarias disputas de derechas e izquierdas e incluso intra sus mismos sectores, son molestas y vacuas.
Ni las muchas enseñanzas de la historia que nos advierten del riesgo en que estamos los hace recapacitar.
Conocemos, por ejemplo, los resultados brutales que el mundo sufrió por las desavenencias y disputas de derechas e izquierdas al final de la República de Weimar que nos “regaló” a Hitler y lo mismo en España, durante el gobierno de Manuel Azaña, que produjo el millón de muertos.
El único que gana con tal actitud es el populismo y también la historia y el presente nos alumbran con casos en nuestra América de autoritarismos salvajes.
Reclamamos algo de generosidad para el diálogo y los consensos más urgentes, un “dar hasta que duela”, es bienvenido en vez de “darles hasta que les duela”.
Ignacio Cárdenas Squella
Periodista