Más de mil prestaciones médicas a pacientes en lista de espera y adultos mayores fue el balance preliminar del operativo médico realizado entre el 4 y el 6 de agosto en la comuna de Licantén, Región del Maule, impulsado por Fundación Acrux, junto a Clínica Santa María, con el apoyo del Servicio de Salud del Maule, y el Hospital de Licantén y la Municipalidad de Vitacura.
Hasta la zona llegaron 21 especialistas médicos y profesionales de la salud voluntarios de Fundación Acrux, junto a una geriatra del Instituto Nacional de Geriatría, y personal de Siemens Healthineers, para apoyar las funciones del Hospital de Licantén afectado por el desastre producto de las recientes inundaciones tras el desborde de Río Mataquito.
En tres días, los profesionales realizaron más de mil prestaciones médicas a pacientes en lista de espera, así como a adultos mayores que recibieron visitas domiciliarias de la geriatra y del personal del Hospital de Licantén.
Asimismo, Acrux trasladó hasta la zona equipamiento importante entre los que se encontraban una máquina de Rayos X, un ecógrafo portátil, equipos para otorrinolaringólogos, y para oftalmólogos, entre otros. Este equipamiento fue muy necesario y útil, ya que el hospital de campaña no contaba con estos implementos, lo que permitió realizar atenciones resolutivas y más precisas.
Si bien en un principio se proyectaron 640 atenciones, el balance preliminar fue de 1.077, prestaciones médicas entre consultas, procedimientos, exámenes, así como 193 radiografías que ayudaron a reforzar las atenciones y resolver gran parte de los diagnósticos.
Además, se realizaron más de 80 exámenes de Hemoglobina Glicosilada, para detectar en el momento diabetes tipo 2 y prediabetes, gracias a un equipo de Siemens Healthineers que acompañó este operativo.
El subdirector del Servicio de Salud del Maule, Roberto Bachler, se mostró agradecido de esta actividad. “El hecho de que una fundación como Acrux haya manifestado su interés de colaborar en la situación de catástrofe que afectó a la comuna de Licantén resulta muy relevante ya que podemos resolver la lista de espera de los pacientes que llevan tiempo esperando y que fueron damnificados con motivo de la catástrofe que afectó a esta zona. Estamos muy contentos, y agradecidos con Acrux, pero los más agradecidos serán los pacientes que serán beneficiados con estas atenciones”.
Por su parte, el director del Hospital de Licantén, Héctor Quiero, también tuvo palabras de agradecimiento por la labor realizada. “Esto significa para nosotros una gran ayuda porque este hospital no está funcionando al 100% solamente urgencia y algunas actividades, y a la vez, nuestra lista espera todavía está en veremos y se podía atrasar mucho. Con este operativo, la lista de espera se disminuye y le estamos dando una solución concreta a los problemas de salud de nuestros pacientes. Asimismo, se hará seguimiento a través del Hospital de Curicó que es nuestro hospital de referencia, así que muy muy agradecido porque es una gran ayuda”.
Mientras que el Dr. Javier González, representante de los médicos de Clínica Santa María y coordinador de la parte médica de Fundación Acrux, trabajó en la década de los noventa como médico general de zona en Licantén y tras conocer la tragedia, no dudó en ayudar. “Tengo una gran motivación personal, así como todo el grupo de médicos que viene a Licantén para sacar adelante una serie de lista espera en diversas áreas. Como se sabe, Licantén ha sido muy acontecida en los últimos años y en este caso la inundación por el Río Mataquito les produjo un tremendo problema donde quedaron sin hospital. Para nosotros, y para mí en especial, me produjo un sentimiento muy importante de venir a ayudarlos, con el apoyo de Clínica Santa María, y de Acrux. Lo que queremos es que la gente se haya sentido bien atendida, con la resolución de sus patologías y ojalá seguir teniendo contacto permanente con ellos”.
El gerente de Operaciones de Fundación Acrux, Germán Toledo, destacó las voluntades que se sumaron para llevar a cabo esta importante ronda médica. “Vinimos con 21 profesionales de la salud, además de equipamiento como equipos de Rayos X ecógrafo, equipo oftalmológico, equipo para otorrino y así atender al máximo a la población que está muy golpeada después de las inundaciones y de quedar sin hospital. Quisimos ser los más resolutivos posibles, logramos hacer más de mil prestaciones médicas y aunar todas las voluntades en conjunto con Clínica Santa María, la Municipalidad de Vitacura que nos colaboró con el transporte de los especialistas, y por supuesto con el hospital y el Servicio de Salud del Maule”.
Johanna Espinoza, una de las pacientes que se atendió con el otorrinolaringólogo, llevaba esperando la atención con el especialista hace 4 años. “Estaba esperando hace muchos años esta oportunidad porque el sistema público acá en Licantén no lo permite y en Curicó la verdad es que es sumamente difícil. Me revisaron y me mandaron a una operación de urgencia porque tengo una ronquera que cada vez se ha ido agudizando más. Fue una excelente atención un tiempo de espera muy corto y todos con muy buena voluntad así que estoy muy agradecida de la oportunidad muchas gracias”.
Tras los importantes resultados arrojados los coordinadores ya trabajan para repetir estas rondas médicas en los próximos meses, y así seguir ayudando a la comunidad de Licantén, fuertemente afectada por la emergencia.