Buscando vincularse con los habitantes del Maule y compartir el resultado de diversas investigaciones y procesos de acompañamiento territorial, nace en el año 2022 la Escuela de Formación Comunitaria, una iniciativa de la Escuela de Sociología de la Universidad Católica del Maule, del Centro de Estudios Urbanos Territoriales (CEUT) y del proyecto Fondecyt Esfera Comunitaria.
En su segunda versión, realizada entre el 6 y el 24 de junio de este año, participaron cerca de 30 dirigentes y líderes, vecinas y vecinos y personas implicadas en iniciativas colectivas de distintas comunas de la región del Maule. Los talleres fueron impartidos por los académicos de la UCM Javiera Cubillos Almendra, Ximena Cuadra Montoya, Claudia Jordana Contreras y Francisco Letelier Troncoso. Se realizaron en un formato híbrido (presencial y remoto) y se organizaron en cuatro módulos, por un total de 18 horas, que incluyeron tutorías y una jornada de presentación de proyectos finales.
En la Escuela se abordaron cuatro temáticas: territorialidades comunitarias, feminismos, medioambiente y trabajo, buscando promover el desarrollo de competencias para el diseño de agendas comunitarias articuladas territorialmente y con mayor autonomía y pertinencia territorial.
Uno de los participantes fue Alexis Ramírez González, estudiante de la carrera de Administración Pública de la UCM, sede Curicó, para quien fue relevante que el foco estuviera puesto en distintas áreas de la vida cotidiana: “Valoro más que todo comprender cómo uno es un actor dentro del territorio, cómo apropiarse del espacio y la importancia que eso tiene, a su vez, lo necesario que es tener una red de apoyo, que a veces está invisibilizada”.
El primer módulo estuvo a cargo del académico Francisco Letelier, y buscó reconocer la existencia de múltiples escalas territoriales para la acción comunitaria, invitando los participantes a reflexionar sobre las diferentes formas posibles de ocupar el espacio y transformarlo, desde una lógica no estatal o mercantil, sino más bien desde el compartir y cooperar.
El módulo dos, denominado “Mujeres, feminismos y dimensión comunitaria de los cuidados”, lo realizó la docente Javiera Cubillos, y abordó el concepto de “pobreza de tiempo”, particularmente importante en el caso de las mujeres, que normalmente se hacen cargo, además de su trabajo, de los cuidados vinculados a la familia y el hogar, y de la participación comunitaria.
El módulo sobre “Participación ambiental comunitaria” fue impartido por la profesora Ximena Cuadra Montoya, y en él se visibilizó la importancia de las prácticas cotidianas de participación comunitaria, además de los conflictos ambientales y sufrimiento ambiental.
Finalmente, el cuarto módulo de “Trabajo: proximidades y articulaciones entre el trabajo y lo comunitario”, realizado por la académica Claudia Jordana Contreras, realizó un recorrido histórico sobre la relación entre la esfera laboral y la social, valorando aquellos trabajos que a veces son invisibilizados.
De acuerdo a Lorena Arán, fotógrafa y directora ejecutiva de la Corporación Ciudadanía de Talca, “los aprendizajes que me entregó este espacio formativo tienen que ver con la posibilidad de tener una mirada actualizada, que nos permite agregar componentes para hacer un análisis desde dónde vienen estos movimientos, dónde estamos y dónde queremos ir, y cómo estos horizontes nos permiten ir avanzando en una participación incidente con perspectiva de derecho y un enfoque de género” comentó. Además, agregó que fue súper enriquecedor escuchar las propuestas de trabajo de las y los participantes que venían de distintas localidades del Maule. “Todos hablaban de sus deseos de transformar sus comunidades”.
Para Alexis, quien impulsa un proyecto de huerto comunitario en Curicó, lo aprendido en la Escuela es valioso “para trabajar comunitariamente, educarnos y crear conciencia ecológica, a través de un trabajo en conjunto y de apropiación del espacio público”, cuenta el estudiante. Y no solo lo pedagógico fue destacado por Alexis “me voy con una experiencia súper positiva, aprendí bastante, los profesores sabían mucho y eran muy amables, es a destacar ya que no siempre se tiene la experiencia de compartir con gente buena onda y que sepa del tema. Entré sin expectativas y me voy con hartos conocimientos para mirar lo comunitario de una manera distinta”.
Lorena Arán dice que es relevante que las universidades cumplan con la responsabilidad que conlleva estar insertas en una región. “Creo que tengo una mirada muy positiva del impulso, de la incidencia que tienen que tener las universidades que están insertas en nuestro territorio, de poder poner a disposición sus análisis y sus investigaciones que nos permitió conocer en qué está la Escuela de Sociología de la UCM a nivel investigativo, abordando lo comunitario, lo cultural y el ejercicio de la ciudadanía para participar en los asuntos públicos. Por lo que a través de encuentros como estos, en donde se comparte y se reflexiona, hay una oportunidad de ir ampliando este tejido social vinculante”, dijo Lorena.
Ahora lo que viene es la etapa de seguimiento, en donde buscarán conocer el impacto que ha tenido la iniciativa en las personas y las propias comunidades de cada una y uno de los participantes de la Escuela de Formación Comunitaria.